Bostezando y mirando por la ventana más cercana, a algún punto a lo lejos en los jardines, la monarca no podía soportar el aburrimiento de la sesión, y su lenguaje corporal relajado, casi recostada en el trono, lo demostraba, junto a la clara falta de atención y de intención de contestar a cualquier debate que se estuviera llevando a cabo.
Las cuestiones administrativas la aburrían, las cuestiones elegantes la aburrían, todo aquello la aburría, quería ser reina, pero no "reina" de aquel tipo, reina del tipo vestidos y coronas lindas.
Suspirando, había mirado a su consejero real, el cual, conociendo aquéllas actitudes de la monarca, simplemente había resoplado y hecho señas, podía retirarse.
Sonriendo, y bajo una atenta mirada juzgadora de la corte, se había retirado y caminado por los pasillos del elegante edificio, pocos tenían acceso a ese fino lugar estaban vigilados por la atenta aceptación de la monarca.
Especialmente el caballero misterioso.
Pasando a los jardines reales, en media noche, el humo que salía de la tetera delataba la presencia de un otro en el jardín, que tomaba tranquilamente el té.
El albino había pasado la delicada revisión de la reina hacía mucho tiempo, y tenía permitido ir y venir del lugar como un gato escurridizo, había aparecido como un peligro inminente, pero luego de entender la razón por la cual había "limpiado" al bufón ¡se lo había agradecido de por vida!
¡Había intentado matarla! El gracioso había estado detrás de multiples crimenes contra mujeres jovenes de barrios bajos, y, de alguna manera desconocida, el albino lo había sabido, y había sabido que el siguiente objetivo, por el morbo, era una monarca, la monarca que ahora se sentaba frente a él.
Con una simple y pequeña risa, de un caballero de semblante serio y elegante, había servido otra taza y ofrecido a la de mayor poder.
-¿Té, mi dama?
-Porfavor, Sir. -tomando elegantemente la taza, había saboreado el té de fresa, su favorito, el caballero no era muy afino con aquel gusto, pero si era del gusto real, sentía que debía servirla. -Fresa, justo lo que me gusta, después de todo la horca no será necesaria para usted.
-Oh, que agradable sorpresa, evitaré la muerte de nuevo y podré seguir viendo la luna, en este patio, con usted. -sonriendo, había tomado la mano de la monarca y besado suavemente sus meñiques, uno por uno, y dejando suaves mimos en sus manos.
-¿Qué tienes esta noche?
-Un barón, Chris Hayton.
-Hayton, recuerdo a ese hombre, su presencia es...terrorifica. -suspiraba, recordando la pesada energia que aquel hombre emanaba con su tan sola presencia, había conocido hombres pesados, pero algunos eran más memorables que otros.
Asintiendo, había escuchado a su reina hablar del hombre, aquella información no le servía en absoluto, pero deseaba escucharla, debía escucharla, su corazón le decía que lo haga.
La reina de por si era preciosa, una juventud inmaculada y poderosa, que podía mandar a ahorcar y provocar guerras con una sola palabra, aquél poder, aquél poder atraía al sicario a sueldo, que, luego del susto de muerte que le había dado a la monarca, había sido perdonado de por vida, y convertido en un amigo cercano de la poderosa.
Le perdonaba las veces que llegaba lleno de sangre a buscar una cama, o las veces que tan solo se colaba por las rejas a tomar té en el jardín real, o las veces que, yendo entre los tejados y los balcones, tan solo iba a buscar la presencia de la reina, de su reina.
-Sir Jack, usted debe tener cuidado con el barón.
-¿Porqué lo aconseja, mi majestad?
-Dicen que en sus poderios suceden cosas oscuras, es un rumor de la corte. -Mirando al albino, se notaba una cierta preocupación en su rostro, y en sus lindos colores del alma, genuinos, genuinamente estaba preocupada por el asesino- Si a usted le pasa algo mandaré a buscarlo.
-Elizabeth...-sonriendo suavemente, había acercado su mano a su mejilla, pidiendo permiso antes de tocar, aceptando cuando había recostado su rostro en la enguantada mano del contrario, el cual había comenzado a acariciar y mimar con suavidad- "Al trabajar nos deleitamos con dolor físico"
-Yo no deseo que te deleites del dolor físico.
-Y yo no deseo preocuparla. -acariciando su cabello, había tomado con su mano contraria su mano, y besado con suavidad- Avistará mi vuelta al amanecer, se lo juro por mi honor, y mi lealtad a usted y a su reino.
-Jurar es una palabra muy fuerte...
-La utilicé el día que le juré estar a su lado, y la utilizaré hasta que me quede sin voz, y la seguiré sintiendo hasta que mi alma abandone mi cuerpo.
-Eres terco, Jack.
-Por usted, mi dama.
-No soy su dama, soy su reina.
-Y mi preocupada esposa.
Bufando, la tenía, siempre la tenía.
No podía negar ni encerrarlo en una jaula ni en la torre más alta del castillo, Jack era y siempre sería un hombre libre, un hombre libre que había jurado amar hacia tiempo, y por más que no le gustara, no podía interponerse en lo que hacía.
Cuando el reloj había marcado las 00:00, había llegado el momento de separarse, hasta la mañana siguiente.
Las dos sombras a la luz de la luna se habían dado un beso solamente visto por la noche, y el caballero, con su capa y su sombrero, había desaparecido entre las nieblas, dejando a su querida a manos de la buena suerte y de su amor.
Lamentablemente, la noche no había sido la única que había observado el fugaz y calido encuentro, la reina siempre debía estar acompañada, y el consejero real no aconsejaba aquella relación en absoluto.
Claro que podía decir que era un consejo, pero aquél consejo salía desde el fondo de su corazón, y de su cliché amor a su reina.
¿Es ahora que las cosas se tiñen de bordó?
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Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)
Fanfictionone-shots de los personajes de Record of ragnarok (shuumatsu no valkyrie)!¡ 💌Personajes variados 💌One shots y Drabbles 💌 Actualizaciones (casi) diarias!¡