Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)

Nikola Tesla!¡

Nikola era una persona particularmente reservada, a pesar de estar constantemente hablando con personas sobre sus experimentos e inventos nuevos, inclusive de sus ideas alocadas, era una persona reservada, muy, tanto así que no se le conocían amigos, mucho menos amigas.

No era un mito que Nikola no tenía afición por relacionarse con mujeres, o hombres, o con ninguna persona de manera romántica.

Nikola jamás se había enamorado, tenía miedo de eso, tenía miedo del corazón roto y de ser un mal novio, un mal esposo, una mala pareja en general, y debido a ello, solo se encerraba a él mismo en sus inventos y en sus ideas alocadas, en llevarás adelante y no pensar en nada más.

La sociedad hablaba rápido de lo que veía de lejos, de manera nublada, y lo transformaba en una verdad hecha y derecha, pero esa vez, era de verdad, una verdad, pero nadie podía testificarlo de verdad, nadie jamás lo haría, solo sus diarios que se encargaría de esconder antes de que su cuerpo dejara la vida terrenal, pero faltaba mucho para ello, mientras tanto, solo se dedicaría a escribir lo que pensaba y sentía, para no tener necesidad de hablar con alguien, no necesitaba a nadie, solo su mente que maquinaba todo el tiempo, y solo eso.

Y a su pequeña amiguita, la única que tenía y que podría dar su vida y todos sus experimentos por ella.

La única femenina a la que no temía ni se alejaba.

Una pequeña amiga blanquesina que lo visitaba siempre que podía, una amiguita que no podía hablar más que emitir sonidos que nisiquiera formaban una oración, una amiguita la cual miraba a todos lados, todo el tiempo, maravillada con los experimentos de su amigo, siempre andaba de blanco, se acercaba a cualquier hora, debido a que no comprendía que su amigo debía dormir, o comer, incluso hacer otras tareas, y se quedaba con él todo el tiempo que podía.

Su querida amiga no era más que una paloma.

Un animal que no parecía inteligente, pero que lo era más de lo que se pensaba, era su mejor amiga, y él era su mejor amigo.

Si Tesla hubiera tenido un solo, un solo deseo, hubiera deseado que su amiga se quedara con el para siempre, temía a el día en el que su pico ya no golpeara la ventana de su habitación o entrara para posarse en su hombro, la única que podía escucharlo sin juzgarlo, sin insultarlo por su locura, respetar sus ideas locas y experimentos, incluso una vez pensó en idear un aparatajo que pudiera traducir sus ruidos a palabras humanas, ese sería un gran avance para la humanidad, lo pensaría bien.

Una noche a finales de mes, donde la luna atravesaba su fase completa, pareciendo un plato blanquesino y gris en el cielo, Nikola Tesla la observaba con detenimiento, pronto, unos aleteos a su lado lo despertarían de sus pensamientos mientras se posaba en su hombro su mejor amiga, bautizada como Yuuki, que significaba "esperanza tierna" y "ayuda preciosa", lo había aprendido en un viaje a Japón, y no había dudado que, al volver, la bautizaría así, cosa que hizo.

Tendiendole su brazo, la deja posarse, como hacía siempre, era su felicidad, el significado "ayuda preciosa" le quedaba perfecto, era una más de su familia, su única, de hecho.

-Buenas noches, Yuuki, ¿Qué te trajo por aquí? ¿Quieres tú pan otra vez? Aah, eres toda una comilona,espera aquí...-riendo, le tiende un pequeño plato que había diseñado para ella y que pudiera comer, cosa que hace con rapidez- la noche está perfecta, solo tú podías mejorarla así, solo tú~ -la mira, con cariño, era solo un animal blanco que tenía hambre, que lo buscaba solo por comida, ese pensamiento lo hace bajar la mirada, para volver a subirla y mirar la luna- cuánto daría porque fueras como yo, eres del reino animal, eres una paloma, Yuuki, yo soy humano, algún día tu te irás, antes que yo... daría todos mis dominios por un solo milagro, por un solo deseo, y lo usaría en desear que fueras como yo, humana...-la mira, sonriendo, y acariciandole el pico- ¡Vamos adentro! Tengo algo que mostrarte, ¡es un invento asombroso! ¡Ven! ¡Ven! -entrando de nuevo a su departamento, enorme y redondo, no tenía la forma convencional de la época, el no era convencional a su época, jamás sería convencional a su época o para la sociedad en general.