A pesar de que pensaban que todos reaccionarían con pánico ante las alarmas, todos lo hicieron de manera calmada y ordenada. Jaime era el comandante de uno de los flancos por lo que debía ordenar a sus hombres y salir lo más rápido posible, aunque su mente estaba enfocada en Lyanna.
No podía decir que había pasado mucho tiempo con ella, o que habían vivido una luna miel después de su pseudo matrimonio frente al Árbol Corazón, pero era suficiente para Jaime. El solo verla ya era suficiente para él.
Por eso le sorprendió el dolor y resignación en su corazón cuando la vio salir de las catacumbas junto a Jon Snow, tomados de la mano.
Como si hubiera estado haciendo algo malo, Jaime se escondió detrás de uno de los muros, tratando de calmar su respiración que de repente estaba agitada.
— Regresa —era la voz de Jon Snow, oscilando entre un tono calmado y uno completamente aterrado—. No te atrevas a dejarme.
— Ni la muerte pudo separarnos —respondió Lyanna a la vez que Jon Snow se inclinaba y la besaba rápidamente. Jaime sabía que ella sonreía—. Una simple guerra con los muertos no lo hará.
— Si. Solo tenemos que llegar al día de mañana.
— ¿Para escapar juntos?
— Si. Volaremos a la capital, tomaremos a tus niños y cruzaremos a Essos para vivir vendiendo almejas —afirmo Jon Snow, haciéndola reír—. Ya terminara todo lo que nos corresponde.
Lyanna lo miro como si fuera un niño, sonriéndole con un amor tan profundo que hizo que Jaime se enojara.
— Solo prometamos que mañana nos veremos —Lyanna se sacó el abrigo que la cubría, mostrando la armadura que llevaba—. Ahora... debemos volver al mundo real.
Ambos se sostuvieron la mirada, como si no necesitaran nada más para aceptar sus sentimientos antes de que Jon comenzara a correr. Al fin y al cabo, pelearía junto a Daenerys desde el cielo.
Lyanna se quedó observando el lugar por el que Jon había desaparecido, como si pensara en ir tras de él.
— ¿Así te sentías? —preguntó Jaime, acercándose a ella—. ¿Cuándo me veías con Cersei?
Ella levantó la vista, viéndose cansada y triste, aunque su aspecto era el de una guerrera. Sus ojos, que en ese momento parecían negros, brillaron ligeramente.
— No sé cómo te sientes en este momento, Jaime —respondió Lyanna mientras comenzaba a dirigirse al punto de encuentro. Tanto ella como Jaime estarían al frente.
— Quiero matarlo.
Lyanna se detuvo un momento, mirando hacia Jaime con el rostro cansado y algo enojado.
— Y te mataré si lo haces —dijo, acercándose a él—. Yo... Jaime... sabes sobre mi relación con Jon. Lo sabias antes de estar comprometidos. Y aun así lo aceptaste, como yo acepte lo tuyo con Cersei, aunque debes admitir que eso si era un poco más... jodido que lo mío.
— Si tanto te molestaba, debías haberte negado a este matrimonio.
— ¡¿Crees que podía hacer eso?!
— ¡Me refiero a este matrimonio! A... la promesa que hicimos frente al árbol. Si te sentías así... como... —Jaime no podía encontrar las palabras correctas para expresarse—. Pensé que...
— No es el momento ni el lugar para esta conversación —Lyanna parecía estar al punto de perder los nervios—. Estamos en una guerra. Y somos soldados. Si sobrevivimos y nos volvemos a ver, hablaremos. E iremos por nuestros hijos.
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Guardián
FantasyLa historia de Lyanna Dayne, la bastarda legitimada de Arthur Dayne, que se vera envuelta en el Juego de Tronos, pero su destino es un poco mas grande que ese. Todos los personajes de Juego de Tronos pertenecen a George R. R. Martin y HBO, solo Ly...