Habían estado cantando toda la mañana en el Septo de Baelor, todas las mujeres. Esa mañana se habían avistado las primeras velas a través del Aguasnegras. Lyanna se movió entre todas aquellas mujeres nobles para arrodillarse al lado de Sansa. No tendría mejor excusa para estar cerca de ella que el pánico de la ciudad.
Joffrey llevaba una armadura dorada al igual que su caballo. Hermoso, sí, pero hueco. Lo más seguro es que sería el primero en huir. Tyrion iba mucho más sencillo que Joffrey, pero inspiraba algo más respeto que el mismo rey. Al menos Lyanna parecía ser la única persona que se sentía de esa manera.
— Debería haberlas enviado lejos junto a Tommen —le Gnomo las interrumpió —. Pronto se definirá todo para ti, Lady Sansa, y los Lannister. Estoy seguro que estarán a salvo en la Torre de Maegor, al menos que...
— ¡Sansa! —Lyanna noto como la pelirroja se estremecía al escuchar la voz de Joffrey —¡Sansa, aquí!
— Su alteza la necesita Lady Sansa —el enano bajo de un salto de su caballo y jalo de su manga a Lyanna, que tenía la intención de seguirla —. Espero hablar con usted después de la batalla.
Lyanna le dio un suave apretón a la mano de Sansa, no habían tenido tiempo para hablar.
— Mi hermana te vigila Lyanna. Y creo recordar que te... pidió estar lejos de Sansa Stark —el tono de voz de Tyrion era de preocupación absoluta —. ¿Joanna y Arthur?
— Con mis doncellas en la Torre de Maegor. Mis cosas están listas y mi lugar también —los ojos de Tyrion brillaban de preocupación—. Estaré con las demás damas de la corte hasta... que lo crea correcto. De ahí me iré con mis hijos a mi escondite, ese el cual Varys preparo para nosotros. Si ellos ganan y rodean la Fortaleza esperaremos ahí, hasta que llegue mi Lord suegro o todos mueran. Escapare por los pasadizos, me subiré a un barco zarpare lo más lejos posible. De ahí cabalgare a Lannisport, o donde sea que se encuentren los Lannister —no era un buen plan. No era nada seguro, pero Tyrion se sentía mejor al pensar que tal vez ella sobreviviría—. Estaré armada. Matare a quien me reconozca o lo sobornare. Estoy llevando muchísimo oro. Y me llevare a Sansa Stark.
Tyrion trato de protestar, pero se vieron interrumpidos por uno de los canticos de las mujeres. Este se le hacía especialmente conocido, pues Lady Catelyn se lo había enseñado en Invernalia. Se alejo de Tyrion, acercándose a una temblorosa Sansa. Le tomo la mano y cantaron juntas, dirigiendo a la multitud de damas que cantaba de manera dispareja.
Madre Gentil, fuente de toda piedad,
salva a nuestros hijos de la guerra y la maldad,
contén las espadas y las flechas detén,
que tengan un futuro de paz y de bien.
Madre Gentil, de las mujeres aliento,
ayuda a nuestras hijas en este día violento,
calma la ira y la furia agresiva,
haz que nuestra vida sea más compasiva.
Y así cantaron juntas todo el día. Todo el día hasta que las canciones fueron ahogadas por los gritos horrorizados. Con las capuchas en alto, Sansa y Lyanna se escabulleron hacia la Torre de Maegor.
Ya en el salón de la reina, que se veía pequeño con cientos de personas sentadas en el suelo. Cersei las vio llegar con los ojos entrecerrados, clavando la vista en Lyanna, quien no desvió la mirada en ningún momento, hasta que se acercaron sus doncellas con sus dos hijos.
Lyanna se había pasado los anteriores días confeccionando bolsas lo suficientemente fuertes como para meter a sus hijos ahí y llevarlos con ella en todo momento. Se colgaban igual que una cartera. Eran incluso bonitas. Una iba adelante y otra atrás. Esperaba que fuera suficiente para correr lo más rápido posible.
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Guardián
FantasyLa historia de Lyanna Dayne, la bastarda legitimada de Arthur Dayne, que se vera envuelta en el Juego de Tronos, pero su destino es un poco mas grande que ese. Todos los personajes de Juego de Tronos pertenecen a George R. R. Martin y HBO, solo Ly...