- ¿Dónde estamos? – preguntaba el cuervo una vez más. Lyanna veía a su alrededor, buscando algo que lo identificara –. Estuviste por aquí cuando viajabas a la capital.
Lo único que invadía su mente al recordar aquellos tiempos era su paso por el Tridente y el bosque real, aunque no había signos de agua cercanos pero en aquel entonces pasaban por el Camino Real. En ese momento se encontraba en medio de un camino de tierra y en medio del bosque.
- ¿El bosque Real? – susurro buscando al cuervo entre los árboles –. Pero es imposible.
- Me sorprende que aun creas en lo imposible – la voz del cuervo se deslizaba con el viento.
Lyanna no tuvo tiempo de contestar porque su voz se vio ahogada por un gruñido aterrador y el movimiento de las hojas de los árboles. Levanto la vista buscando la origen del sonido y soltó un grito ahogado cuando vio pasar a un dragón. Gigante, negro como la noche.
- Balerion – Lyanna susurro –. Estamos en la conquista.
- Antes.
De pronto paso otro dragón, pero de un plateado resplandeciente. Entonces, Lyanna decidió seguir a los dragones por medio de los cuervos. Y por primera vez vio a Targaryen en medio de sus visiones. Había visto los rasgos valyrios en varias personas, especialmente porque sabía que el príncipe prometido era en parte valyrio, pero nunca había visto tanta belleza como en aquellos jinetes.
Aegon pensó viendo como el hombre reía y hacía que su dragón volara en círculos alrededor de la jinete. Rhaenys.
Supo que era Rhaenys y no Visenya por la adoración que destilaba los ojos del futuro conquistador al ver a la jinete. Todo el reino sabía que a quien amaba Aegon era a Rhaenys, pero que se casó con Visenya por deber. Ambos jinetes descendieron en medio del bosque y desmontaron. Tanto Balerion y Meraxes se acomodaron con los cuellos enredados.
- ¿Lo imaginas, hermana? – se acercó Aegon a Rhaenys con las manos extendidas –. Unir a todos los reinos en uno solo.
- Padre deseaba que regresáramos a Essos – contesto ella tomando las manos de su hermano –. Para regresar a Valyria a su antigua gloria.
- Solo cenizas nos esperan en el este. El oeste es nuestro futuro.
- Jamás se arrodillarán ante nosotros.
- Lo harán con fuego y sangre, mi querida Rhaenys – Aegon la pego a él y comenzó a besarla con ternura.
- El fuego solo deja cenizas mi Aegon - contestó Rhaenys alejándose un poco de él -. Y nadie quiere reinar sobre cenizas.
De pronto, Lyanna se encontraba en la cueva, saliendo de su trance y viendo a su alrededor. Vio hacia el trono en el que se sentaba el cuervo.
- Lo hicieron. Conquistaron el continente menos Dorne. Y ella murió en la Primera Guerra Dorniense – dijo Lyanna mientras se acercaba a acomodar a Bran que se encontraba aun en medio de una visión –. ¿Por qué me muestras esto?
- Necesitas comprender la historia y sus acciones. Los patrones de comportamiento, sus dolores. A los grandes y a los crueles – explicaba el cuervo –. Debes aprender a diferenciar entre ellos, al fin y al cabo, sabes que a quien buscas tiene sangre Targaryen.
- Entonces solo debo ir con Daenerys Targaryen. Es la única Targaryen viva.
Algo parecido a una sonrisa apareció en el rostro destrozado del cuervo.
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Guardián
FantasyLa historia de Lyanna Dayne, la bastarda legitimada de Arthur Dayne, que se vera envuelta en el Juego de Tronos, pero su destino es un poco mas grande que ese. Todos los personajes de Juego de Tronos pertenecen a George R. R. Martin y HBO, solo Ly...