Gregor Clegane grito de dolor durante los siguientes tres días, para satisfacción de Lyanna. En la capital, le dieron al príncipe Oberyn un pequeño velorio antes de enviar su cuerpo de vuelta a Dorne. Ellaria Arena se sumió en una tristeza casi catatónica y fue incapaz de hablar con nadie. Sin embargo, Lyanna noto que en su ultimo adiós, sus ojos prometían venganza.
Tywin Lannister ordeno al Maestre Pycelle salvar a la Montaña. El campeón de la corona tenía que sobrevivir, aunque sea para que le pudieran cortar la cabeza después y poder enviársela al Príncipe Doran.
- No podrán contra los Siete Reinos – decía Cersei en una de las reuniones del consejo, a las cuales tanto Lyanna como Jaime se veían obligados a asistir –. Me importa poco lo que piensen los Dornienses.
Al ver la manera en la que su suegro trataba de encontrar las palabras para explicarle a Cersei la situación, Lyanna decidió intervenir.
- El trono de hierro, ¿de que esta hecho? – pregunto Lyanna. Todos le hablaban a Cersei como a una chiquilla por el dolor por el que había sufrido.
- Las espadas de los enemigos de la corona.
- Las espadas de los que se rindieron ante Aegon. De aquellos que Aegon logro doblegar – la voz de Lyanna era dulce, haciendo que toda la sala le preste atención –. Y debemos tener en cuenta que ni una sola de esas espadas perteneció a un Dorniense. Y solo se anexaron a los dragones a través de matrimonio.
- Robert en su rebelión...
- Tienen a Myrcella – interrumpió Tywin –. ¿Qué crees que pasara si deciden coronarla a ella? Es mayor que Tommen, según sus costumbres, ella seria la heredera al trono. La cuestión es, ¿a quién apoyarías?
Cersei dejo la habitación sin palabras y nunca más volvió a sentarse en la mesa del consejo con su familia. Después, Lyanna se enteraría, que Tywin ordeno que la reina regente ya no fuera parte del consejo. Las cosas, en aquel lugar, iban desmoronándose cada vez más.
Lyanna se encontraba con la delegación que llego de Dorne junto al príncipe, despidiéndolos y deseándoles suerte, por lo que Jaime estaba solo en su habitación con sus hijos. Ya estaba anocheciendo y él se encontraba dudoso si despertar a sus hijos de su siesta. Los niños se mostraban mas taciturnos y callados. Lyanna le había dicho que era porque ellos sabían que sus padres estaban tristes.
El sonido de la puerta abrirse lo saco de sus pensamientos, haciendo que suelte un suspiro de alivio creyendo que tal vez Lyanna había regresado. Se quedo sin palabras al ver que era Cersei.
Su hermoso cabello estaba suelto, casi despeinado por la brisa que a su vez hacia que su vestido se pegara a su cuerpo de tal manera que el corazón de Jaime se aceleró. Que hermosa es pensó con una mezcla de deseo y culpabilidad. Lo único que deseaba era tomarla entre sus brazos.
- Cersei – susurro –¿Qué haces aquí?
- ¿Adonde más iría? – vio que sus hermosos ojos estaban inundados de lágrimas –. Padre ha dejado en claro que ya no me quiere en el Consejo. Tienes que hablar con él.
- Yo hablo con Lord Tywin todos los días – la relación de Jaime con su padre solo había ido de mal en peor desde lo ocurrido con Tyrion.
- No seas tan terco. Me mandara a Roca Casterly...
- Y a mi también. Junto a Lyanna y mis hijos – respondió Jaime con voz hosca.
- Él quiere alejarme de Tommen para poder manejarlo a su antojo. ¡Tommen es hijo mío, no suyo!
- Tommen es el Rey.
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Guardián
FantasyLa historia de Lyanna Dayne, la bastarda legitimada de Arthur Dayne, que se vera envuelta en el Juego de Tronos, pero su destino es un poco mas grande que ese. Todos los personajes de Juego de Tronos pertenecen a George R. R. Martin y HBO, solo Ly...