Arya estaba viajando con el Perro. Lyanna se había esforzado por encontrarla, como lo había hecho con Bran y con Jon, pero se le hacía difícil. Aun así, la encontró y no comprendió nada de lo que paso la pequeña. Creció, eso sí, y aun llevaba su Aguja. Tenía su lista de la gente a la que mataría y su rostro adquiría rasgos bellos. Ya no era la niña cara de caballo. Si Arya Stark llegaba a la madurez, seria de las doncellas más hermosas del reino, tal como Lyanna Stark.
Solo logro ver que Arya y Sandor Clegane se dirigían a la boda de Edmure Tully, en los Gemelos. Y que, a pesar de la dureza del Perro, él le enseñaba a Arya a sobrevivir.
Después, Lyanna se encontraba en los Gemelos, viendo desde el cuerpo de un cuervo una boda. Y despertó cuando las lluvias de Castamere comenzaron a sonar en medio de la boda de Edmure.
Lyanna se encontraba en la Torre de la Mano junto a Cersei, Pycelle, Joffrey, Tywin y Kevan. Esperaban a Tyrion, que últimamente era el más ocupado de todos. Lyanna se alisaba la falda algo nerviosa, pues todo había sido de repente y dejo a sus hijos con unas doncellas que no conocía del todo bien. Pero su ansiedad cambio de motivo al ver como Joff daba pequeños saltitos de felicidad.
Tyrion y Lyanna se vieron cuando el enano entro a la habitación, buscando respuestas en los ojos del otro. No las encontraron.
— ¿Qué pasa? —preguntó el enano.
— ¡Está muerto! —grito Joffrey como si él lo hubiera hecho con sus propias manos —. ¡Robb Stark murió asesinado junto a todo su ejército en la Boda Roja!
Lyanna apretó los dientes, luchando para no dejar escapar ninguna lagrima.
— Parece que nuestra guerra se está ganando sola —afirmo Tyrion, haciendo que todos desvíen la atención hacia él.
— Ninguna guerra se gana sola —dijo Cersei con venenosa dulzura —. Nuestro querido padre gano esta guerra.
— Ninguna guerra está ganada mientras queden enemigos en pie —la voz de Lyanna era neutra y calmada. Al parecer, solo Tyrion detecto la amenaza en sus palabras. "El norte recuerda" pensó Lyanna.
— ¡Quiero la cabeza de Robb Stark! —grito un emocionado Joffrey, ignorando el intercambio entre sus tíos y su madre—. Abuelo, ordena que la traigan. Se la daré a Sansa de cena.
— Alteza, Lady Sansa es su tía —dijo conmocionado Ser Kevan.
— Esta solo bromeando tío —sonrió dulce Cersei.
— ¡No! ¡Lo digo enserio! —grito Joffrey —. Hare que Sansa le dé un beso.
Tyrion jaló la manga de Lyanna, que parecía a punto de saltar y golpear al rey. Y se preocupó más al ver que había un cuchillo de mantequilla en la mesa del lado de Lyanna. No lo mataría, pero si podía arrancarle un ojo.
— No —intervino Tyrion con voz ronca —. Sansa ya no es tuya para que la sigas torturando. Compréndelo de una vez, monstruo.
— El único monstruo aquí eres tú tío —se burló Joffrey.
— ¿De verdad? —Tyrion inclinó la cabeza hacia un lado—. Entonces harías bien en hablarme con más educación. Los monstruos son bestias peligrosas y, últimamente, los reyes mueren como moscas.
— Sólo por decir eso, podría cortarte la lengua —dijo el niño al tiempo que se ponía rojo—. Soy el rey.
— Deja que el enano amenace cuanto quiera, Joff —dijo Cersei rodeando los hombros de su hijo con un gesto protector—. Así mi Lord padre y mi tío verán cómo es.
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Guardián
FantasyLa historia de Lyanna Dayne, la bastarda legitimada de Arthur Dayne, que se vera envuelta en el Juego de Tronos, pero su destino es un poco mas grande que ese. Todos los personajes de Juego de Tronos pertenecen a George R. R. Martin y HBO, solo Ly...