¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Nombre) estaba ilusionada. Esa noche saldría de fiesta con su novio y sus amigos. Al ser Halloween, las discotecas estaban a rebosar, además de que todos iban a ir disfrazados. Es por eso que ella decidió ponerse algo que diese miedo, aunque fuese un poco. Compró una máscara blanca y la pintó a su manera, quedando con un aspecto terrorífico, se sentía orgullosa de su propia creación.
A juego se puso ropa negra, algo ajustada, para pasar desapercibida en la oscuridad, junto a unas zapatillas del mismo color y un cuchillo falso con sangre falsa. También se puso un poco de esa sangre en la ropa, para parecer que le había salpicado al matar a alguien, y se puso guantes negros de cuero. A simple vista parecía una asesina.
Una vez arreglada, se miró al espejo y se sorprendió de lo bien que quedaba. Se iba a divertir esa noche haciendo bromas a sus amigos.
Esperó unos minutos más hasta que su novio tocó el timbre. Bajó rápidamente, sin quitarse la máscara y con el cuchillo en mano, y abrió la puerta, inclinando la cabeza un poco hacia un lado y manteniendo una postura que diese miedo. Sin embargo, como era de esperar, Mikey no se inmutó. La miró de arriba a abajo y sonrió de lado.
