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El gimnasio del centro cívico olía a madera barnizada, a colchonetas nuevas y a sudor reciente. Era sábado por la tarde y (Nombre) se había apuntado a un taller de primeros auxilios para personal de espacios públicos. Le tocaba por trabajo, pero en realidad le venía bien. Desde que habían tenido un pequeño susto en la biblioteca donde curraba, le había entrado la inquietud de "y si me hace falta saber más".
—Nos falta el instructor de la segunda parte —anunció Maru, la directora del centro—. Llegará en cinco. Viene de una patrulla.
Hubo un murmullo entre la gente. (Nombre) se sentó en el suelo con la espalda contra la pared y bebió agua. La primera parte la había dado un enfermero con humor seco que había repetido veinte veces que "la reanimación es ritmo, no heroísmo". Ella había tomado notas con bolígrafo negro, subrayando lo que creía que se le podía olvidar.
La puerta se abrió y entró un hombre con chándal oscuro, chaqueta técnica abierta y el pelo húmedo por la lluvia. No llevaba traje de héroe, pero la presencia se notaba. Las pecas, los ojos verdes claros, la expresión de alerta amable. Izuku Midoriya, "Deku", sonrió con disculpa.
—Perdonad el retraso —dijo, con voz clara—. Tráfico y un contenedor cruzado en mitad de la calle. Nada grave.
Alguien, dos filas más allá, soltó un "no pasa nada" con tono de fan contenida. El resto se recolocó, atento.
—Hoy no vengo a daros un discurso —continuó él, dejando una mochila en la mesa—. Quiero que salgáis de aquí sabiendo hacer tres cosas básicas cuando el cuerpo se acelera: evaluar una escena, pedir ayuda bien y no estorbar. Luego haremos una práctica de evacuación sencilla. Nada de exhibiciones.
Le creyeron. Tenía esa forma de hablar que te pedía participar sin empujarte. (Nombre) notó que relajaba la mandíbula. A veces se cansaba de gente que se ponía épica sin necesidad. Izuku no tenía ese problema.
—Primero, lo de evaluar —dijo, paseando la mirada por el grupo—. Si os encontráis con humo, ruido, gente corriendo y un héroe gritando indicaciones, lo mejor que podéis hacer es... —señaló con la mano— salir del flujo de peligro, mirar y pensar. Si no pensáis, os metéis en medio. Y si os metéis en medio, me obligáis a elegir. Y odio elegir entre el villano y alguien que ha entrado a ayudar sin plan. ¿Vale?