¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
La de cabellos castaños no se podía creer lo que le había pasado ese mismo día. Los dos chicos más sexys del gremio se le habían declarado. «¿Cómo tengo tanta suerte como para que ambos se fijen en mi?» Pensó mirando al techo de su habitación.
"— (Nombre)... Y-yo... Estoy locamente enamorado de ti — confesó Gray Fullbaster con un leve sonrojo en sus mejillas y su mirada fija a un lado. Eso le pareció muy tierno a la chica."
Aquel recuerdo de su amigo confesando sus sentimientos le hizo sonrojarse. En ese momento ella le pidió que le dejara tiempo para pensar pues... Aunque debía admitir que ella sentía algo por el chico, necesitaba poner en claro sus sentimientos, ya que había otra persona que también le hacía ponerse así de nerviosa; y esa misma persona también se le había declarado ese mismo día, horas después.
"Estaban ella y su amigo Natsu Dragneel frente a la puerta de su casa, pues él se había ofrecido voluntario para acompañarla a casa.
— (Nombre) — la miró a los ojos con un leve sonrojo. — No sé si tú te sentirás igual que yo pero... Llevo un tiempo enamorado de ti y el saber que ese idiota de Gray se te ha declarado yo... — desvío su mirada al suelo mordiéndose el labio. — Tengo miedo que correspondieras sus sentimientos..."
— ¡JODER! — maldijo tapándose la cara con el cojín. — No me lo ponéis nada fácil, chicos — susurró con su rostro completamente rojo. Al de ojos verdes también le pidió que necesitaba pensarlo, pues sus sentimientos estaban demasiado confusos.
Pasó dos horas así, ella tumbada en la cama poniendo en orden sus sentimientos hasta que de pronto escuchó como llamaban a la puerta.
Se levantó y se dirigió a ella para segundos después abrirla. Se quedó boquiabierta al ver a aquellos dos chicos que habían sido el centro de sus pensamientos durante todo el día.
— ¿Q-qué hacéis aquí?
— ¿Podemos pasar? — preguntó Gray rascándose la nuca. La chica asintió y los dejó pasar. — Natsu y yo hemos estado hablando.
— Y elijas el que elijas lo entenderemos, y si no nos eliges a ninguno de los dos... También.
(Nombre) estaba perpleja, pero por suerte esas dos horas sola le habían ayudado a entender sus sentimientos, por lo que ya sabía cuál sería su respuesta.
