¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
El equipo de Karasuno se encontraba entrenando en el gimnasio, bastante concentrados, tanto que ni cuenta se dieron cuando una chica de cabellos anaranjados apareció por la puerta del gimnasio.
Ésta se quedó mirando con una sonrisa, sin hacer ningún ruido. La única persona que se dio cuenta de su presencia fue la mánager del equipo. Se acercó a la chica con una sonrisa y le dio los buenos días. Se habían hecho muy amigas desde que comenzó a ir a ver los entrenamientos de Karasuno.
— Bien hecho, chicos. Mañana seguiremos — comentó el entrenador.
El equipo entero obedeció, comenzando a caminar hasta las botella de agua, para beber un poco, aunque se quedaron quietos al ver a la joven hablar con la pelinegra.
— ¡(Nombre)! — gritó Hinata, corriendo hacia la susodicha. Ésta lo recibió con los brazos abiertos, por lo que el de cabellos anaranjados no dudó ni un segundo en darle un abrazo —. ¿Me has visto jugar? ¡¿Has visto el salto que he hecho?! — preguntó con emoción, haciendo reír a la chica.
— Si, lo he visto. Nunca me canso de verte jugar — sonrió dulcemente. Hinata se sintió realmente feliz.
Con una sonrisa en sus labios, depositó un suave beso en su frente.
— Pero la cuestión es... ¿Qué haces aquí? Deberías estar estudiando para los exámenes de esta semana — le recriminó con el ceño fruncido, dejándola helada.
— Es que... Quería ver a mi hermano y a... — se ruborizó mirando hacia atrás del chico, centrando su mirada en la del armador.
Hinata bufó y se apartó, con una sonrisa cómplice en los labios.
— No le diré nada a nuestros padres — ella sonrió agradecida.
En ese momento fue cuando Kageyama pensó en acercarse a ella, pero el resto del equipo se adelantó.
— ¡(Nombre)-chan! Qué alegría verte por aquí — soltó Tanaka.
— ¡Si! Nos anima mucho verte en los entrenamientos — ahora habló Nishinoya.
El pelinegro frunció el ceño con molestia. Estaban ignorando por completo su presencia.
La chica sonrió con un rubor en sus mejillas. A pesar de que ya los conocía a todos, seguía actuando con algo de timidez, después de todo era una persona tímida.
