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— (Nombre)... Estás muy pálida... — dijo Yūichirō, con un tono de preocupación y rabia —. Esos malditos vampiros no dejan de beber tu sangre.
— No pasa nada, Yuu, estoy bien. Estaré unos días descansando para recuperar la sangre perdida... — le sonrió sin fuerzas. Se sentía muy débil.
El pelinegro frunció el ceño. Estaba molesto con los vampiros, pero no podía hacer nada. Ayudó a su amiga a sentarse en su cama y le llevó algo de comer.
Se quedó sentado a su lado, viendo cómo comía lentamente, hasta que ella habló.
— Yuu... — él chico miró a sus ojos marrones, sonrojándose hasta las orejas al sentir sus labios de repente sobre los suyos —. Gracias por cuidar de mí, me gustas mucho — declaró con una sonrisa tímida y sus mejillas sonrojadas.
El pelinegro no dijo nada, no sabía que decir, estaba muy sorprendido. En vez de decir una palabra, le cogió de la mano y miró a otro lado, sonrojado, mientras la chica terminaba de comer.
Eso fue hace mucho tiempo, justo antes de que ella y los demás muriesen frente a sus ojos, pero el pelinegro no conseguía olvidarse de ella. Desde ese día, su corazón no paraba de latir por ella, aún con el paso de los años. Estaba comenzando a pensar que moriría virgen si seguía así, pero poco le importaba. Él no quería quitar a su primer amor de la cabeza.
Yuu se tocó los labios, recordando la sensación del beso. Estaba tumbado en el suelo, con la mirada centrada en el cielo, observando las nubes.
Suspiró, sentándose de golpe. Miró al frente y se quedó pálido. Había una figura femenina frente a él, a unos metros de distancia. Esa mujer le estaba mirando, pero lo que le puso la piel de gallina era que reconocía su rostro.
Se levantó de un salto y se quedó mirando a la figura. No podía ser real, seguramente serían ilusiones suyas, no podía ser que esa chica fuera...
— (Nombre)... — la joven reaccionó a sus palabras, mirando al suelo. Era ella.
Se acercó un poco, hasta que pudo notar algo diferente en ella. No sabía que era, pero sentía que no era la misma.
— ¿Estás... Viva?
— Yuu... — el chico sintió su corazón latir con fuerza —. Te he echado mucho de menos... — eso fue suficiente para que no pudiera aguantar más.
Le daba igual si era diferente a cuando la conoció... Ella estaba ahí, frente a él, viva y con lágrimas en los ojos. No podía resistirlo, así que acortó la distancia para envolverla en sus brazos.
— Yo también te he echado de menos, no sabes cuánto — la abrazó con fuerza en el momento que sintió los brazos de ella enrollarse en su torso y su cabeza ocultándose en su pecho.
Estuvieron así por un buen rato, hasta que se separaron un poco para mirarse a los ojos.
— ¿Como es que estás viva? Os vi morir... — preguntó Yuu muy confundido, pero feliz al mismo tiempo al poder tenerla a su lado.
— Me... Me convirtieron en un vampiro...
En ese momento, se sintió como si le diesen un buen golpe en el pecho, dejándolo sin aire. Se separó un poco más de ella, estupefacto.
— No puede ser...
— Es la verdad — la chica desvió la mirada hacia un lado. Su mirada estaba nublada de la tristeza —. Sabía que ibas a reaccionar así, pero... Cuando me enteré donde estabas... No pude evitar venir a verte... Igualmente, creo que fue mala idea interaccionar directamente...
Se dio media vuelta, pero antes de que pudiera dar el primer paso, unos brazos se enrollaron en su cintura.
— Me da igual si eres un vampiro o no... Lo que me importa es que estés bien... No he podido sacarte de mi cabeza en todo este tiempo...
Le dio la vuelta para quedar frente a frente y, antes de dejarle formular alguna palabra, juntó sus labios con los de ella, dejándola sorprendida. Solamente duró unos dos segundos, pero fue suficiente para hacerlos sonrojar a ambos.
— No quiero volver a perderte... — susurró sobre sus labios.
(Nombre) sonrió con lágrimas en los ojos. Era la primera vez desde que era un vampiro que sonreía con tanta alegría. El brillo de sus ojos que tanto le gustaba al chico cuando la conoció volvió.
— Ni yo a ti, Yuu... Te amo, siempre lo he hecho, incluso cuando éramos unos niños — volvieron a besarse lentamente.
Esta vez alargaron mucho más el beso, pues necesitaban recuperar un poco del tiempo perdido. Él podría odiar a los vampiros, pero era imposible odiar a la chica que amaba. A pesar de que su sangre cambiara, su personalidad y sentimientos no habían cambiado. Seguía siendo la misma chica de la que se enamoró.
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Corto, pero me ha gustado como ha quedado. Al ver este anime se me vino una idea a la cabeza y quise plasmarla, quedando de esa manera. El personaje de Yuu es uno que me gusta bastante (aunque me gusta mucho más Guren 🤤), así que al ver su deseo de venganza y eso, pensé ¿Qué haría si el amor de su infancia apareciera un día transformada en vampiro (no me sirve Mika 7v7)? La verdad, el resultado me ha gustado a pesar de ser solo 700 palabras más o menos, espero que a vosotros también, sino, pues nada, yo estoy contenta🤣