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Daisuke se fue de la mansión sin mirar atrás a pesar de los llamados de Sizue hacia él. En ese momento se sentía agobiado y necesitaba huir de allí; y así fue, efectivamente, huyó de allí por el resto del día, incluso se había quedado a dormir en casa de su compañero de trabajo, Haru. Era la primera vez que salía de saca sin móvil, sin su mayordomo y sin su cartera. Pero tampoco era tan molesto estar sin dinero, es más, podría llegar a admitir que fue divertido conocer la forma de vida del de cabello grisáceo.
A pesar de ello, y de que se sentía cómodo, él no podía olvidar a una persona y su discusión con ella...
Durante todo el día Suzue había estado enviándole mensajes en los paneles de las tiendas o en cualquier sitio que pudiese hackear, pero él seguía ignorándola, solo un mensaje le impactó:
"Espero que estés bien y que sepas que a pesar de lo de hoy, te quiero como a nadie. (Nombre)."
Sintió un revoltijo en su estómago. Aquel mensaje lo había dejado descolocado. Solo ella sabía cómo fastidiar esa seriedad con la que siempre se mantenía. Tanto fue así que hasta tardó en reaccionar a la pregunta a su compañero.
— ¿Por qué no quieres volver a casa? ¿Discusión de pareja?
Se le quedó mirando confundido y con su semblante serio de siempre. ¿En qué momento le había contado sobre eso? No recordaba nada parecido.
— Ya sabes, la chica que estaba cuando fui a tu casa — con esas palabras algo hizo clic en su cabeza.
— Suzue es de la familia, no es mi esposa — bajó la mirada hacia el anillo que lo comprometía con la persona que conocía y amaba desde que tenía memoria —. Pero no estás en el mal camino...
Kato entendió la situación al fijar sus ojos en la bisutería de su dedo corazón.
— ¿Tú esposa?
— Prometida.
— Vaya, no te imaginaba sentando cabeza con una mujer — comentó con una sonrisa mientras palmeaba su hombro.
El pelinegro no contestó. No sentó cabeza, simplemente es que no había otra mujer a parte de ella, siempre había sido la única en su vida. Desde niños se hicieron muy unidos debido a la unión tan obvia que querían hacer sus familias, se notaba que deseaban que fuesen pareja en el futuro, pero eso era algo que no les importó a ellos dos ni por un momento, después de todo se divertían y se llevaban muy bien. Con el paso del tiempo, su relación sólo hacía que fortalecerse, hasta que se hicieron novios a los 17 años. En ningún momento, ni siquiera en esos 10 años de pareja, sintieron una conexión con otra persona. Ellos tenían la relación que toda persona envidiaría. Sin embargo, como toda pareja, también discutían...
