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La princesa (Nombre) se sentó en la enorme fuente del jardín del castillo mientras soltaba un largo suspiro. La noticia que le habían dado ese día no le agradaba, pero como toda princesa, era su deber obedecer a las órdenes de sus padres, pues ella era hija única y sería la próxima legitima al trono.
Vio a su viejo amigo Ankris venir hacia ella y sonrió. Extendió su brazo y acarició su grisáceo pelaje. El lobo cerró los ojos y disfrutó de sus caricias, para luego lamer su mano intentando tranquilizarla.
— ¿Te puedes creer que mis padres me obliguen a casarme con un hombre que ni conozco? — volvió a suspirar y cogió el libro que se había traído para leer.
Caminó hacia el alto árbol del jardín y se sentó debajo de él, apoyando su espalda en el tronco. El lobo la siguió y se tumbó a su lado, cerrando los ojos para dormir un poco mientras ella comenzaba a leer aquel libro de amor.
Los minutos fueron pasando mientras ella se sumergía en aquel mundo de romance, sin fijarse en que una persona se aproximaba a ella, ni siquiera Ankris se dio cuenta, pues estaba bastante dormido.
— La historia de ese libro es bastante hermosa — la chica se sobresaltó al escuchar una voz a su lado.
Se giró y vio a un hombre apuesto de cabellos blanquecinos y ojos rojos como la sangre. Su sonrisa era tierna y hermosa, y su mirada transmitía calma y tranquilidad.
— La historia de una mujer de familia pobre que debe casarse con un hombre rico y de la alta clase debido a las deudas que tenían con él. Ella no quería hacerlo...
— Pero con el tiempo se acabaron enamorando el uno del otro — continuó (Nombre) mirando a aquella persona sorprendida. — ¿Habéis leído este libro?
— Sí, es de mis favoritos — afirmó sentándose a su lado.
— Irónico, el mío también — sonrió y colocó el marcapáginas para luego cerrar el libro. — ¿También os gusta leer libros?
— Sí, me encanta, tengo una sala reservada solo para guardar todos y cada uno de los libros que me van gustando.
— ¿De verdad? Yo también, me la pasó todo el tiempo allí o aquí leyendo, aunque sinceramente me gusta más aquí, por el aire libre y la naturaleza — se miraron y sonrieron.
Estuvieron un buen rato hablando, descubriendo las múltiples cosas que tenían en común, hasta que la madre de ella los interrumpió.
— Oh, príncipe Zen, no sabía que ya había conocido a nuestra hija (Nombre).
— ¿Esta bella dama es vuestra hija? — la chica se sonrojó por el cumplido y miró al libro avergonzada. — Pues ya veo que no solo es bella por fuera, sino por dentro también — esto último lo susurró solo para que lo escuchara la princesa, volviendo su rostro más rosado que antes.
—Pero que caballeroso sois, príncipe Zen — dijo la reina con una pequeña risa. — Hija, quiero presentarte al príncipe Zen, tu prometido.
— ¿Qué? — la chica se quedó con la boca abierta de la sorpresa. — ¿Vos sois mi prometido?
— Sí. Vuestra madre ya me dijo que usted no estaba de acuerdo del todo con la boda, pero no nos queda otra opción... Nuestros padres ya han pactado eso.
La princesa pensó en sus palabras hasta que sonrió dulcemente, pues ahora estaba comenzando a recapacitar lo del matrimonio y la verdad es que no era muy mala idea estar con alguien como él, pero claro... Primero debían conocerse mejor, y así fue.
Los días fueron pasando y la relación de ambos fue creciendo. Faltaban pocos días para la boda, pero la princesa ya no le disgustaba la idea, es más, le fascinaba, pues, después de haber pasado días hablando con el príncipe Zen hasta tal punto de conocerlo bastante bien, se había acabado enamorando de él.
— ¿Estás bien? — se habían cogido tanta confianza que hasta dejaron de hablarse tan formal.
— Sí... Oye Zen... — el albino la miró a los ojos atento a lo que ella quería decirle. — ¿Tú... estás contento de casarte conmigo o... aun te desagrada la idea? — (Nombre) le miró de reojo y se sonrojó al ver que se había acercado demasiado a ella.
— ¿Tú que crees? — susurró cogiendo su mano dulcemente mientras se la acariciaba.
— No sé — miró sus labios y luego a sus ojos rojos, sonrojándose al notar como sus labios se unían en un tierno beso.
Zen la abrazó por la cintura mientras ella enredaba sus brazos en su cuello y acariciaba su cabello blanquecino. Sus labios se movieron al mismo ritmo, con tranquilidad y delicadeza, para así disfrutar mejor de la sensación.
Al cabo de unos segundos más se separaron y se miraron con una sonrisa en los labios.
— (Nombre)... Has logrado cautivar mi corazón, por eso mismo deseo con toda mi alma casarme contigo. Tengo muchas ganas de verte con el vestido de novia y más ganas tengo de la luna de miel — le guiñó el ojo y ella se sonrojó.
— Lo de la luna de miel es tentador — admitió haciendo reír al príncipe.
Se volvieron a mirar y, con una sonrisa, volvieron a besarse lentamente bajo aquel árbol donde ambos se conocieron y donde comenzó aquella historia de amor que era algo parecida al libro que a ellos tanto le gustaban. Era irónico que acabarían siendo los protagonistas de aquel libro.
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¡Hola! Quería hacer algo de spam por qué si, por qué es mi historia y puedo 🥰 He publicado dos historias en mi perfil, una es de la serie Ladybug, por tanto, no creo que a la mayoría de aquí les interese mucho xD Peeeeeeeeero, la otra es con Natsu Dragneel 😍 y si estáis buscando una historia con él os la recomiendo 👀 Nadie la está leyendo y me siento desanimada xD
Se llama "El amor es una mierda", pero si no queréis leerla no pasa nada, la leeré yo :')
Ahora, perdón por el spam y muchas gracias a todos por vuestro apoyo en este libro de OneShots, sois los mejores 💜😍