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Estábamos en casa de mis amigos, bebiendo y jugando a juegos, hasta que de un momento a otro comenzamos a contar historias de terror. Haru, mi novio, contó una en concreto que me llamó la atención. Trataba sobre el juego de TheLegend of Zelda, uno que me gustaba mucho, por lo que escuché atenta a cada detalle.
— La leyenda dice que un chico de cabello rubios y ojos azules llamado Ben estaba siendo víctima de bullying en el colegio por ser un chico raro. Intentó hablar con su padre y él le dijo que al día siguiente iría a hablar con el director, pero por desgracia nunca pasó, pues murió antes de que eso ocurriera — hizo una pausa dramática, dejándonos a todos en tensión y con las ganas de saber más. — Después de eso, lo único que le hacía sonreír fue el juego de The Legend of Zelda: Majora's Mask de la Nintendo. Se la pasaba jugando con él, e incluso se lo llevaba a clase.
» Sin embargo, un día, su juego desapareció de la mochila, pero sabía quién había sido, así que fue a la profesora para chivarse, diciéndole que había sido Matt, la persona que había estado haciéndole bullying. Ella buscó en sus cosas y en efecto, ahí estaba, pero sin el dibujo del juego. A Matt no le pareció bonito que él se lo contara a la profesora, por lo que dijo "Tranquilo que no volverás a verlo" — dijo cambiando un poco su voz para meterse más en el diálogo. — Después de aquello, le pidió a su amigo que guardara el juego por él y que luego iría a buscarlo a su casa, pero él nunca llegó... — los pelos se me pusieron de punta y al parecer Haru lo notó, por qué me abrazó por la cintura y me acercó a él. — Estaba tan preocupado por él que fue a buscarlo y, en el camino, escuchó gritos. Corrió hacia ese lugar encontrándose a Matt y sus dos amigos golpeando a Ben, el cual estaba en el suelo.
» "Te dije que no volverías a ver ese juego" comentó Matt. Antes de que el amigo de Ben pudiera decir o hacer algo, el matón cogió un palo y se lo clavó en un ojo a Ben, el cuál soltó un grito desgarrador por el inmenso dolor que estaba sintiendo. Su amigo lloró al ver eso, incapaz de moverse, y vomitó al ver toda la sangre salir. Matt no se quedó tranquilo, pues se lo clavó ahora en el otro ojo, ignorando por completo las palabras de sus amigos o los gritos de Ben, quién dijo "Te arrepentirás de esto". Aquello hizo reír al matón. Cogió al rubio del pelo y lo arrastró hacia el rio que tenían al lado. Metió su cabeza dentro y lo comenzó a ahogar. Sus amigos salieron corriendo asustados por lo que estaba pasando, pero Matt no paró hasta que Ben dejó de respirar...
