AMOR PERDIDO

Capítulo 128: EPÍLOGO parte F

Johan, Shawn y Gianna esos fueron los nombres que Terry y Candy eligieron para sus hijos y en ese orden nacieron. Siendo los pequeños fácilmente de reconocer, porque el mayor tenía los cabellos del color de mamá y el color de ojos de papá; Shawn: su cabello era de un castaño claro lacio y ojos verde oliva; la nena era muy idéntica a la madre excepto que sin pecas.

Y conforme día a día iban creciendo, así era el amor que sus padres les profesaban haciendo de ellos: hermosas personas de buenos y nobles sentimientos como fue el caso de Gianna la cual a nombre de su madre y ayudada por su padrino Archie, quien nunca se casó, solicitó al gobierno un terreno donde construir una casa hogar con todo lo necesario, porque al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la orfandad aumentó considerablemente.

Shawn, siguió la profesión de Terry, aunque éste después de mudarse a Galveston, renunció a la actuación e invirtió su herencia para que con ayuda de su amigo Ricco, se asociaran para hacer una línea exclusiva de yates; y como en el mar fue donde conoció a Candy, les gustó allá para hacer residencia definitiva volviendo solamente a sus amigos en tiempo de vacaciones.

Johan, se hizo cargo de los negocios de su padre, además, de la herencia obtenida por su padrino Francisco que le dio el 15% del petróleo que gracias a Neil finalmente pudieron encontrar, y como compensación a su gran esfuerzo, el Duque de Granchester le entregó el 50% de lo obtenido, haciéndose así Neil dueño de la gasolinera más reconocida del Estado de Texas.

Albert heredó a su hijo Anthony su legado haciendo el joven que su padre se retirara de los negocios y haciéndose él responsable para que a lado de su madre siguieran recorriendo el mundo tal y como a su padre le gustaba.

Annie se hizo una reconocida pianista, pero se casó con un compañero de clase para luego hacer residencia en Ontario, Canadá.

De Patty sólo recibían cartas, ya que la morena de anteojos nunca volvió porque a pesar del tiempo transcurrido, le era muy doloroso regresar adonde Stear pertenecía.