Capítulo 121 parte E

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Flash Back

— ¡¿Qué dices, Albert?! — respingó la rubia pecosa que de un salto dejó su asiento de aquel sofá.

— Vamos, Candy. Sabes que debes hablar con Terry; y éste es el momento preciso porque mañana nos regresaremos a Chicago y él quiere despedirse de ti.

El rubio odiaba mentir, pero era por el bien de todos.

— ¡No, Albert! — aquella neceó. — No lo haré hasta que él haya arreglado su situación —. Y de nuevo: — No, no saldré a solas con él, así seas tú quien me lo pide.

Indignada, Candy volvió a tomar asiento y se cruzó de brazos.

En eso, Archie desde el bar, la alentó:

— ¡Anda, Candy, ve!

Lo que aumentó la expresión en el rostro de la rubia.

— ¡¿Archie?! ¡¿Tú también?! —. Entonces, ella indagó. — Algo está pasando y no me lo quieren decir, ¿verdad, Archie?

— ¡¿Yo?! Este... no... nada... ¿verdad, Albert? — dijo tontamente.

Por su parte, el tío, viendo el nerviosismo de su sobrino y que lo estaba echando todo a perder, movió la cabeza y volvió con la rubia:

— Candy, ya Terry me ha explicado la situación con Susana. Dale una oportunidad y escúchalo.

— No, Albert. Esto está mal. No puedo presentarme así como así.

— ¿Por qué no, Candy? Además, está herido y no se...

Se le había escapado al elegante que se ganó un fuerte:

— ¡Archibald!

— ¡UPS! Lo siento, tío Albert.

— ¡¿Que Terry está herido?! ¡¿Qué le pasó?!

Entre asustada e interesada, hubo preguntado la rubia.

— Nada grave; sólo se cayó en el teatro y se lastimó levemente una costilla.

Albert no tuvo de otra más que responder sin haberle querido darle la mayor importancia para no preocuparla.

— ¿Pero está bien? — la pecosa quiso verificación.

— Sí —, y de ahí se colgaron, — pero para estar más seguros es que Cisco me ha pedido que lo vayas a ver ¡porque Terry no quiere ir al hospital! ya sabes lo necio que es y pues... tú, siendo enfermera y además su amiga... lo convencerás ¿verdad, Candy?

A ésta la colocaron en un dilema al contestar:

— Bueno... sí... pero...

— No hay pero que valga... ¡¿irás?!

Candy dudaba de la actuación tan mala de sus amigos; y como ella se consideraba más astuta que ellos, averiguaría por sí sola de qué se trataba toda esta comedia; así que, finalmente respondió:

— Está bien; iré a verle.

— Gracias, pequeña. No podía esperar menos de ti.

Hubo dicho un Albert aliviado; y mientras le daba un abrazo, volteó a ver a Archie que resoplaba tranquilo.

— Pero no iré a su casa ni al teatro — se les aclaró. — Nos citaremos en otro lugar.

— Perfecto — fue lo que respondió el rubio.

Fin Flash Back

AMOR PERDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora