Su ritmo

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Habla Lucía

Estuvimos cenando en aquel restaurante tan maravilloso al que me quería llevar Aitana y la verdad que la comida me encantó. Mi mujer me iba explicando los platos con ilusión y los sabores eran increíbles.

L- uff me está encantando!! Y este pan con queso??? Es adictivo!!
A- a que si?? Se llama Nan, pedimos más espera

Llamó al camarero y pidió más. La velada fue muy bien. Luego volvimos a casa dando un paseo.

A- cuándo tienes el siguiente concierto?
L- el martes, me voy en bus a Burgos pero vuelvo el mismo día, lo único que llegaré tarde, de madrugada
A- vale amor

Llegamos a casa, pusimos la calefacción porque hacía frío. Nos acurrucamos en el sofá. Aitana comenzó a acariciarme la tripa mientras me daba besitos en la cabeza.

A- hoy en terapia me han dicho que avanzo muy bien y voy a empezar a ir solo por la mañana hasta el mediodía. Vendré a comer a casa :)
L- mi amor eso es una noticia estupenda!!
A- sí 🥰

La abracé.

L- estoy muy orgullosa de ti, sabía que podrías con esto
A- Gracias a ti que me has dado la fuerza para afrontarlo...

La achuché y la inflé a besos. Sonrió y nos quedamos a un milímetro la una de la otra. Comenzó a besarme los labios despacio. Me estremecí. Nos besamos más intensamente. Aitana se estiró poco a poco en el sofá mientras yo me colocaba encima sin dejar de besarla. Sus manos subieron por encima de mi ropa para tocarme los pechos, yo hice lo mismo. No quería precipitar nada, solo quería que Aitana estuviera segura y llevar el ritmo que ella quisiese.
Me quitó la camiseta para poder besar mis pechos. Me mordí el labio. Metí mi mano por debajo de su camiseta, acaricié su tripa. Entonces la noté, su cicatriz, se puso un poco tensa.

L- tranquila amor...

Le quité la camiseta y le inflé a besos la tripa, pasando por su cicatriz, acariciando la con cariño hasta que se relajó. Volví a subir por su torso, esta vez me paré en sus pechos. Los besé y acaricié, hacía muchísimo que no los tocaba...
Aitana metió su mano por debajo de mi pantalón, yo hice lo mismo, iba a seguir sus pasos en todo.
Comenzamos a masturbarnos mútuamente. Yo estaba muy lubricada, Aitana todavía no, tenía que relajarse...

L- te quiero...💋💋💋 déjate llevar... relájate 💋💋 estás conmigo... todo va a estar bien 💋💋💋

Asintió con la cabeza e intentó relajarse. Poco a poco lo consiguió, pero lo que hizo que se lubricara fue escuchar mis tímidos gemidos en su oído.

A-...pppfff... me vuelves loca...
L-..mmm... aaahh...

Volví a gemir. Pude notar lo empapada que empezaba a estar. Entonces le metí los dedos. Soltó un gemido de placer. Sonreí.

L- ahora sí... disfruta amor..💋💋

FÉNIX (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora