Habla Lucía
Darío se estaba explicando, Aitana estaba nerviosa así que le di la mano para intentar tranquilizarla. Estaba sudando.
D- cuando conocí a mi padre no me lo podía creer la verdad, pero la felicidad me duró poco. Me dijo que se estaba muriendo. Tenía cáncer y no le quedaba mucho. Me explicó que le estuvo pasando algo de dinero cada mes a mi madre para mí. En poco tiempo empeoró mucho de salud y le ingresaron. Hace un mes falleció. Un día antes de morir me habló de ti, me dijo que tenía una hermana, me explicó cómo eras y lo poco que sabía de ti, cuando falleció decidí buscarte y... aquí estoy
A-...Se hizo un silencio muy largo. Aitana estaba en shock y yo no sabía qué decir. No sabía qué pasaba por su cabeza hasta que vi rabia en sus ojos y le cayeron dos lágrimas.
D- siento... siento que te hayas enterado así de su fallecimiento...
A- que se haya muerto me da igual.
D-...Se levantó muy nerviosa.
Habla Aitana
Me entró mucha ansiedad. Estaba temblando de rabia, o sea que mi padre le pasaba dinero para su hijo y a mí me tenía en casa a base de palizas y le importaba una mierda si podía comer?
A- es que me cago en la puta!!! 🤬🤬
Lucía se levantó y vino hacia mí.
L- amor... amor respira...
Cogí la taza del café y la estampé contra el suelo.
D- entiendo que... entiendo que estés así, aunque estuvieras enfadada con él... era nuestro padre
A- NO HABLES POR MÍ! Será tu padre para ti, pero para mí ese hijo de puta no era mi padre!!!!
D-...Por qué no os hablabais?
A- que por qué?! QUE POR QUÉ!?
L- amor!!! Amor respira!!! Cálmate!!No sabéis cómo me sentía. No me podía controlar. Le di una patada a la mesa y partí la pata del golpe.
L-...Darío creo que es mejor que te vayas
D- pero... pero... siento mucho... que se haya puesto así... yo...
L- véte por favorLo acompañó a la puerta mientras yo me iba al baño y me encerré con pestillo. Grité con toda la rabia que me pudo salir de dentro mientras no paraban de caerme lágrimas de los ojos.
A- AAAAAAAAAAAAHHHH!!!! 😭😭🤬🤬
Le di un puñetazo al espejo del baño. Lo partí. Empezó a sangrarme la mano, pero no me dolía. Lucía intentó abrir la puerta.
L- Aitana!!! Abre la puerta por favor, ábreme...
No le respondí.
L- amor!! Por favor... (aporreó la puerta)
Me senté en el suelo del baño, me encogí cogiéndome las rodillas y seguí llorando ignorando a Lucía.