Habla Lucía
Al cabo de unos días tocaba en el auditorio de Barcelona. Escribí a Aitana por si quería venir.
L- te apetece? Estás libre?
A- creo que trabajo pero puedo cambiarme el turno
L- tranquila... no quiero que vayas de culo tampoco por mi culpa, no te preocupes, era por si te apetecía :)
A- sí, claro que me apetece, hace muchísimo que no te veo tocar... me cambiaré el turno
L- vale :) te reservo una invitación entonces
Me hacía especial ilusión que viniera Aitana. Hacía tanto tiempo que no venía a un concierto mío que la verdad me sentía como una niña pequeña. Cuando llegó el día no podía creer los nervios que tenía.
Andrea- pero por qué estás tan nerviosa?? Has hecho esto mil veces... y por todo el mundo!
L- ya... pero hoy viene a verme Aitana.. y no sé... pff quiero hacerlo bien
A- lo harás bien... relájate ok? Siempre lo haces bien :)
Intenté relajarme pero estaba muy nerviosa. Saludé a Aitana antes de irme al camerino y ella accediera por la zona del público. Cuando la sala se llenó me preparé para salir al escenario. Estaba nerviosísima...
Salí. Me aplaudieron. Me senté. Miré al público pero no la pude reconocer entre tanta gente y los focos del escenario deslumbrándome. Entonces miré el mástil del instrumento. El grabado. Sonreí y lo acaricié con la mano. La sentía conmigo. Me coloqué, segura de mí misma, comencé a tocar.
Fue un concierto espectacular. Me salió genial. El público me aplaudió muchísimo. Salí muy contenta, Aitana me estaba esperando fuera, en cuanto me vio me abrazó.
A- ha sido Espectacular..
L- Gracias a ti
A- a mí?
L- sí... no sabes lo nerviosa que estaba... pero he mirado el grabado antes de tocar y... me ha transmitido una seguridad... me he dejado llevar
Me sonrió, estaba preciosa con aquel pintalabios rojo...
A- eres una artista, no tenía ninguna duda de que lo harías genial...
Me la quedé mirando a los ojos. Dios cómo quería besarla... me acerqué despacio sonriendo, ella también me sonreía.
Me dejé llevar, me acerqué demasiado a sus labios porque iba a besarla, pero se separó.
A- Lu...
Sentí una gran vergüenza, me puse roja.
L- perdona... perdona perdona... pff... lo siento...
A- tranquila, no pasa nada ok?
L- joder.. es que soy idiota
A- Lu que no pasa nada... tranquila :)
Me sentía gilipollas. Me estaba acercando mucho a Aitana y ahora cualquier paso en falso, como el que acababa de cometer, me perjudicaba mucho. Me sentí extremadamente avergonzada por cagarla de nuevo.
L-...me voy a casa.. hablamos ok?
Apenas la miraba a los ojos, ya estaba muy nerviosa.
A- vale...
Cogí mi violonchelo y me fui para casa maldiciéndome.
