Habla Aitana
El fin de semana nos fuimos a Madrid. Cris y Joana se alegraron muchísimo de vernos. Nos fuimos a comer fuera, aunque la verdad que yo no comí mucho. Después de comer busqué una floristería y compré un ramo muy bonito, no muy grande, pero olía muy bien. Se lo quería llevar a mi madre, también limpiar su lápida y dejar todo bien.
L- quieres que te acompañe??
A-..no, prefiero ir sola, pero gracias :)
L- vale amor... te espero en casa 💋
Le devolví el beso. Sabía que Lucía estaba muy preocupada por mí, pero es que realmente no me encontraba bien. Me fui al cementerio y le puse las flores. Le limpié bien todo y luego me senté delante, mirando el nombre de mi madre grabado en la piedra. Me puse a hablar con ella durante un buen rato, lo necesitaba.
Habla Lucía
Me preocupaba mucho Aitana y mis madres lo notaron en seguida.
J- ha pasado algo cielo?
L- no está bien... ha tenido que hablar con su hermano y escoger entre él y yo...
J- vaya...
C- espero que su hermano se dé cuenta y reaccione antes que perderla...
L- yo también lo espero... porque Aitana lleva toda su vida perdiendo a seres queridos y esto hace que se vuelva a hundir y no levantar cabeza... 😞
C- se ha adelgazado bastante verdad..?
L- sí... pero controlo que coma, aunque sea poco
J- y tú cómo estás?
L- pues preocupada por ella mamá
J- ya.. eso lo sé. Pero no te despreocupes de lo tuyo tampoco por favor...
L- no, tranquila, de verdad. Estoy súper bien, están a punto de darme el alta, llevo muchísimo sin beber y no me lo planteo tampoco
C- eso es estupendo ☺️
L- sí :)
Aitana llegó. La vi algo mejor. Aunque en sus ojos podía ver que había estado llorando mucho, en su cara veía que se sentía mejor, como si le hubiera sentado muy bien ir a ver a su madre.
L- qué tal?
A- bien :)
L- te apetece que vayamos mañana al museo del Prado? Hace muchos años que no voy
A- claro, además es muy bonito ☺️
Me alegró a la vez que alivió ver su sonrisa. La abracé. Fuimos a la habitación y nos estiramos en la cama para descansar un poco. Me acurruqué acariciando su estómago. Le daba besitos en el pecho mientras ella me acariciaba la espalda con cariño haciéndome cosquillas.
