Pulsera

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Habla Aitana

Por fin llegó el viernes y Lucía me vino a ver. Estaba deseando que entrara por la puerta y en cuanto la vi me la ce a sus brazos.

A- amor!

La abracé sonriendo.

L- mi vida cómo estás? :)
A- bien y tú? Cómo ha ido?
L- pues muy bien la verdad, cansada pero me lo he pasado muy bien
A- me alegro... te echaba mucho de menos...

Le di un beso cariñoso en la mejilla.

L- y yo a ti mi amor. No paraba de pensar en llevarte a los sitios que he visto, tenemos que ir cuando te pongas bien :)
A- vale :) sabes? Me han dicho que si sigo con buena conducta me dejarán salir los fines de semana enteros. Irme el viernes y volver el domingo por la tarde
L- eso es genial ☺️ ! Te veo mejor
A- sí... me estoy esforzando
L- estoy muy orgullosa de ti mi amor
A- tengo algo para ti
L- a sí??

Saqué una pulsera Lila que le había hecho con su nombre y un corazón en un taller de la clínica.

L- aaiii cielo la has hecho tú??? 🥺
A- claro 🤗 te gusta?
L- claro que me gusta :) pónmela

Se la puse. Le quedaba bien.

L- no me la voy a quitar para nada
A- ☺️

Se acabó el tiempo de la visita.

L- mañana te recojo por la mañana y nos vamos a casa vale?
A- vale :)

Volví a abrazarla. Me reconfortó muchísimo. Me dio toda la energía que necesitaba.

A- te quiero
L- y yo a ti :)

Habla Lucía

Me fui para casa. Cuando llegué llamé a mis madres y estuve hablando un rato con ellas. Les hice una transferencia de lo que pude para ir pagando el dinero que me habían dejado para la clínica de Aitana. Me sentía contenta. Había visto a Aitana bastante animada y eso me tranquilizaba.

Al día siguiente la recogí por la mañana temprano y nos fuimos a desayunar por ahí. Un café y nos partimos un sándwich. Estaba progresando mucho. Luego paseamos por el borde Del Mar.

A- pfff cómo necesitaba el aire en la cara...qué ganas tenía de salir
L- pues ya sabes, a por el permiso de fin de semana completo :)
A- sí, me esforzaré todo lo que pueda :)

Íbamos cogidas de la mano. Estuvimos todo el día paseando y disfrutando de "su libertad". Volvimos a casa por la tarde. Se dio una ducha y se estiró conmigo en el sofá. La abracé contra mí, ella me acariciaba el brazo todo el rato sonriendo. Juntas estábamos genial...

FÉNIX (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora