-Quizás un día despertó me miró dormida junto a él y entonces se dio cuenta que no era la mujer que quería a su lado el resto de su vida... O lo supo una vez mientras me vio preparar el desayuno o cuando jugaba con nuestros hijos...- me encajó de hombros. -Pero si tan solo hubiera hablado conmigo de frente, me hubiera mandado un correo o un mensaje de texto diciendo: ya no te quiero, ya no quiero estar contigo lo hubiera entendido. Pero no, él prefiero salir con esa mujer y dejar que los fotografíen...- suelto un suspiro. -¿En que falle? ¿falle como madre? ¿Como esposa? ¿Como mujer?- la psicóloga me escuchaba atenta. -Lo apoye en todo, estuve ahí para él en cada paso de su carrera- reí carente de humor. -después de todo lo que vivimos juntos...
-¿Hablas sobre la pérdida de su bebé?- leyó una anotación en su libreta.
Asentí. -Pensé que nos haría más fuertes...
-¿Buscaron ayuda para ese duelo?
-No, bueno solo yo tome un par de terapias...
-¿Pero los dos juntos como pareja?
-No...- respondí. -Él estaba grabando una película y no disponía de tiempo...- murmure.
La psicóloga anotó en su libretas.
-Mencionas que hiciste todo por esa relación pero ¿tú en qué lugar te pusiste?
Excelente pregunta, pensé.
Me miró en espera de una respuesta.
-¿Te parece si lo hablamos para la próxima sesión?
Asiento con la cabeza. Y salgo del del consultorio después de una pequeña despedida.
Las sesiones con un psicólogo era de las primeras cosas en la gran lista que hice antes de llegar a la ciudad, no puedo caer por culpa de Harry no cuando dos niños dependen de mi y que debo hacer todo para que ellos estén bien.
El chofer de mi mamá me espera frente al consultorio me regala una sonrisa antes de abrirme la puerta de la camioneta, se muy poco de la relación que tiene con mi mamá se lo solo lo que veo y es que a pesar que él es unos años más chico que mi mamá hay interés mutuo.
-Ya tengo a la persona que me pidió- comenta atrayendo mi atención. -Mañana muy temprano estará en casa de la Señora Ellie para la entrevista.
-Muchas gracias Tyler-
-Para servirle, señora.
-Leah dime Leah- le recalcó.
Me sonríe por el espejo retrovisor y el resto del camino es en silencio.
Abro la puerta de cristal del edificio la recepcionista me saluda le regreso el saludo y camino directo al elevador.
Extrañaba tanto este lugar y no me había dado cuenta hasta que ayer volví a la revista.
En el último piso voy directo a la oficina de mi mamá.
-¿Como te fue mi amor?
-Para ser la primera sesión creo qué bien.
-Me alegro escuchar eso- me brinda una gran sonrisa, la cual devuelvo.
-Me estresan los becarios- mi hermana entró irrumpiendo la oficina de mi mamá. -Debo corregir dos de los cinco artículos- se queja.
-Son becarios- le dice mi mamá tranquila. Haciendo que mi hermana suelte un suspiro de frustración. -Solo marca observaciones y ellos las deben de corregir. Críticas constructivas- recalca mi mamá.
-Trata de no ser una perra- le dije.
-Trataré- me guiño un ojo. -Por cierto hermanita hay una fila afuera de tu oficina...
-Mierda- gruñó.
-Leah- mi mamá me reprende. -Espero que mis nietos no te oigan hablar así...
Mi hermana se burla antes de levantarse de la silla junto a mi. -Iré a trabajar antes de que el regaño también me toque- nos lanza un beso y sale de la oficina.
-Yo también debo irme- me levanto.
-Espera- me detiene mi mamá y vuelvo a sentarme. -Cariño entiendo si dices que no entiendo si quieres pasar tiempo con los niños- basila un poco. -Pero me gustaría saber si quieres trabajar de nuevo...- se queda callada un momento. -Como antes... antes de que te fueras a Londres.
Esto a es a lo que se refería la psicóloga, si deje mi carrera para seguir a Harry.
-Piénsalo cariño... Ahora ve que tienes que encontrar una niñera.
Salí de la oficina de mi mamá hacia el ascensor y bajar un piso donde estaba mi oficina y efectivamente hay al menos unas cinco mujeres y dos chicos.
-Lamentó la demora- me disculpó con una sonrisa. -¿Quien llegó primero?- una chica levanta la mano y la hago que me siga.
-¡Mamá!- corren a mi mis dos hijos.
-Mis amores- los abrazo y les doy besos en sus mejillas.
El becario que mi mamá puso a cuidarlos está sentado en el piso con un montón de revistas y hojas.
-Ya puedes irte- le digo. -Pero te puedo llamar en cuanto termine con las entrevistas, tengo otra cita.
-Si señora- el chico sale, no quiero abusar pero lo necesito.
Mis hijos regresan a sus juegos en el piso y yo empiezo con mis entrevistas para encontrar una nueva niñera.
Dos horas más tarde ya tengo cubierto el puesto pero no empezará hasta la próxima semana.
Ordenó algo de comer para pasar tiempo con ellos antes de irme a la otra cita pendiente e importante del día. Después de comer Amelie se queda dormida mientras que Ethan me dice que verá una película y llamo al becario que estuvo con ellos más temprano.
Mientras lo espero busco otra cosa pendiente en mi lista del catálogo que me envío el agente inmobiliario.
-Mira mamá- Ethan se acerca con su iPad. -Mi papá.
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Mierda. No les a llamado desde que le colgué pensé que era por falta de tiempo y no por esto.
