El concierto había terminado hace apenas treinta minutos y yo aún permanecía en mi lugar, el tipo grandulon de seguridad también seguía a mi lado pero ya se notaba impaciente, estaba mirando atentamente como se terminaba de vaciar el lugar.
Y a mi mente vino el hecho mañana se presenta Harry aquí mismo.
-Discutieron ¿Cierto?- la voz de Jared interrumpió mis pensamientos -Y fue mi culpa- ya estaba sentado junto a mi.
-En parte si- respondí.
Se hizo un silencio incómodo entre nosotros, no lo veía pero sabía que me estaba mirando.
-Lo lamentó fue un maldito impulsó, no era mi intención que esto pasará...
-Descuida Jared- lo miré -Tambien esto es culpa mía...
-Supongo que ya no podré llamarte con regularidad.
Cuando llegué a casa busque a Harry y por un momento me preocupe al no verlo a simple vista, no estaba en la sala de estar, así que fui a nuestra habitación y tampoco estaba ahí, con mucho cuidado de no hacer demasiado ruido regresé a la sala de estar pero entonces una luz tenue proveniente de la terraza llamó mi atención.
-¿Él te trajo?- fue lo primero que preguntó cuando escucho como cerré la puerta corredisa detrás de mi.
Harry tenía la mirada fija en la ciudad, no me miró y eso me dolía.
-Sí- le respondí no iba a mentirle.
Me senté en la silla juntó a él y pude mirarlo mejor, tenía una copa de vino en su mano, en la mesa que estaba entre nuestras sillas estaba la botella y una copa vacía. Entonces giró un poco para servir vino en la copa vacía y me la entregó me miro unos segundos y volvió a su antigua posición.
Murmure un -Gracias- que no respondió y le dio un trago a su copa.
Hubo silencio.
- Harry yo... lo siento... debí venir contigo...
-Seguimos cometiendo los mismos errores, no sirve de nada que de vez en cuando hablemos más de una hora con un jodido desconocido si no nos ayuda en nada- su tono al hablar era calmado.
Tenía razón.
- Que propones que hagamos entonces...
- No nos vemos a separar si eso es lo que crees que quiero hacer porque sabes que nunca te dejaré otra vez porque te amo, amo a nuestros hijos y... creo que tenemos que aprender a vivir con esta mierda a nuestro alrededor...- no deje que terminará de hablar cuando ya estaba sentada en su regazo con mis piernas a un costado de las de él.
-Yo también te amo- lo bese mientras el me abrazaba fuertemente de la cintura -Entiende por favor- me separe un poco de él -Que eres al único que amo, que nadie significa lo que tú eres para mi- lo volví a besar con mayor urgencia -Sólo me quedé para...
- No me digas, no me importa- susurró-Sólo sigueme besando.
Bajo sus manos a mis piernas y me hizo jadear, sus caricias junto a sus besos es mi perdición.
No tardo en que sus manos ya estaban en el botón de mis jeans.
-Espera- me separé de él, mi respiracion era un poco irregular -Tu mamá y los niños están durmiendo.
-Ellos están en casa de tu mamá- me mordió el labio inferior antes de besarme -Ésta es la parte que me gusta de nuestras peleas, las reconciliaciones- nos separamos para que pudiera quitarme la blusa -He dicho cuanto amo tus bubis- las tomó entre sus enormes manos -Son perfectas- gemi.
- No lo haremos aquí- dije.
-¿Por qué no?
-Estamos en el balcón de la casa...
- Si de un último piso es casi media noche y nadie lo va a saber.
-Estamos en New York, Harry está ciudad no duerme.
- No de que te preocupa, no es la primera vez...
Me comenzó a besar el cuello y fue bajando poco a poco hacía mis senos y en el procesó me quito el brasier.
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