-Señor no puede pasar...
-¿Como que no puedo pasar?
-Señor debe estar en una lista...- retrocede un poco al ver mi expresión.
Paddy me tomó del brazo.
-¿Puede llamar a la señora Leah y decirle que nos permita pasar?- le dice muy tranquilo al guardia.
-Un momento- levanta su teléfono y marca un número.
Mientras la llama me paseo por el vestíbulo un hombre presiona el botón del elevador y mi instinto quiere correr y entrar después recuerdo que para llegar a su departamento se necesita un código.
-Owen buenas tardes- lo saluda lo que parece ser un conserje.
El tal Owen le responde con un simple movimiento en la cabeza antes de que las puertas se cierren.
-La señora va a mandar a alguien- dice el guardia en cuanto cuelga.
-Gracias- le dice Paddy.
Agradezco que hable por mí, porque yo no me encuentro dentro de mis cabales para ser una persona civilizada.
Como se atrevió a no llamar y decirme que Ethan había estado en el hospital, tuve que enterarme por notas en internet. Ahora haré lo que sea para que regresen a Londres bajo mi supervisión.
Las puertas del ascensor se abren y se asoma la que una vez fue mi cuñada. Sin decir ni una palabra pero sí con la mirada vamos hacia ella, una vez que Paddy y yo entramos el silencio incómodo y el ambiente tenso son los que predominan y el camino se hace eterno.
Las puertas se abren y salgo yo primero.
-Papá- Amelie corre hacia mi en cuanto me ve dejando a la que supongo que es su niñera. La alzó en mis brazos y la abrazó. -Te extraño- me dice.
-Yo también mi princesa- le doy un gran beso. -¿Tu hermano dónde está?
-En su habitación con mamá, se cayó de las escaleras por culpa de michi y se pegó aquí- señala su cabeza.
-Voy a ir a verlo de acuerdo.
-Y después vienes a jugar con migo y nani a las princesas.
-Claro mi amor- la vuelvo a dejar en el suelo.
La hermana de Leah está parada junto a la escalera.-Subiendo por el pasillo a la derecha la segunda puerta- me dice un poco de mala gana.
Subo rápido y en el pasillo lo primero que veo es a Leah abrazando a alguien.
-¿Interrumpo?
Ella y la otra persona deshacen su abrazo pero tarda en girar a verme, cuando lo hace los ojos se le ven hinchados y rojos.