-¿Que haces cariño?- le pregunte a Ethan.
-Le ayudó a Elena, mamá.
-Muy bien cariño.
-Yo tamben quielo ayudar a nana- Amelie que venía conmigo entrando a la cocina dijo.
-Pero primero ve a lavarte las manitas.
-No quelo.
-Hazle caso a mamá- Harry que en ese momento iba entrando le dijo. -Ven vamos juntos- la tomó en brazos y salió de la cocina.
Me puse a preparar algunos panqueques mientras Ethan seguía tratando de hacer jugo y Elena picaba fruta.
Amelie y Harry no tardaron en volver aparecer en la cocina, la niña estaba tan feliz en los brazos de su papá que se olvido por completo que iba ayudar a preparar el desayunó, y después de un rato jugando Harry la dejo en su sillita para luego venir hacia donde yo estaba.
Me abrazo por detrás escondido su cara en mi cuello.
-Te amo- susurró.
-También te amo- antes de alejarse me dio un beso en la mejilla y fue a sentar junto a Amelie que parecía aburrida pero en realidad es muy impactante y quiere su desayuno y antes que se ponga de mal humor es mejor darle su desayuno.
-Ethan, ya ve a desayunar.
-Si mami-. Se bajó del banco donde estaba u fue a sentarse junto a su papá.
Los dos niños son muy diferentes mientras Ethan es muy tranquilo y obviamente, Amelie es lo contrario y se que cuando crezca nos hará pasar muchos corajes solo espero que Harry esté preparado para eso.
-Iré arreglar las habitaciones- dijo Elena.
-Niños agradezcan a Elena por el desayuno- les dijo Harry.
-Gracias, nana- dijeron en coro.
-No hay de que mis niños- ella les respondió junto a una sonrisa antes de salir.
-¿Que tal el entrenamiento?- le pregunte a Harry mientras les terminaba de servir.
-Me está poniendo a trabajar el doble- se quejó.
En las últimas semanas ha estado muy duro en el gimnasio y el boxeo, con lo cual estoy sumamente agradecida.
-Recuérdame mandarle un regalo a Steve- le dije guiñándole un ojo.
-Dijo que tienes que regresar por mas clases de boxeo.
-Lo haré-. Respondí, ahora él me dio una sonrisa coqueta.
-Ahora dime porque nuestros hijos comen panqueques y yo no.
-Ellos no tienen una dieta que seguir- me burlé.
-Papá- Amelie llamó su atención.
-¿Qué pasa mi princesa?
-Quiero un perrito.
-¿Un perro?- Harry le preguntó confundido.
-Sii- la niña dijo feliz. -Como tía Ell.
Harry me miro y yo solo me encogí de hombros.
-Pero apenas ayer querías un ponny recuerdas.
-Ahoda quiero dos perros- Amelie levantaos dos deditos.
-¿Dos? Princesa, dos son...
Amelie se cruzó de brazos y frunció el ceño e hizo un puchero.
-Princesa, cuando regresemos a Londres buscaremos un perro.