-Te engañe...- me miró directamente a los ojos cuando lo pronunció.
Esta presión en el pecho no me resulta ajena, la primera vez fue cuando perdí a mi primer bebé la segunda cuando vi esas fotos de él junto a Kendall pero esta vez se siente mil veces peor.
-Solo pasó, fue solo sexo...
Solté una risa sarcástica. -¿Sólo sexo?
-¿Pensaste en mí en algún momento o en ellos?
-Leah yo los amo no dudes de eso- trato de acercarse a mi, pero di un paso atrás.
-No te me acerques.
-Yo los amo- insistió. -Son mis hijos y te amo a ti por ser su madre...
-Pero solo por eso ¿Cierto? Por que soy su madre...
Me miró.
-¿Desde cuándo te sientes así? Atado a mi solo por los niños...
-No me preguntes eso, no sé la respuesta- murmuró.
-Se acabó, Harry.
-No, Leah se que...
-Piensas que soy tan estúpida como para perdonarte está vez...
-Se honesta nunca llegaste a perdonarme desde esa vez. Siempre tuviste dudas.
-¿Me equivoque en tenerlas?
Se volvió a quedar callado, lo que solo provoca que esto me duela aún más.
-Véte- susurre. -No quiero verte...
-Entiendo...
-Me rompiste- pronuncie en un susurro. Cuando lo vi dar media vuelta hacia su armario. -Una vez más... rompiste mi corazón, a nuestra familia y te odio por eso pero me odio más a mi porque te perdone una vez, cuando no debí hacerlo y me odio porque te amo como una idiota...- dije en medio de lágrimas.
-Los siento- se acercó a mi y esta vez lo dejé al igual que dejé que juntos nos sentáramos en la cama lado a lado y que entrelazara su mano a la mía.
-¿Cuando fui a Los Ángeles ya había pasado?- me atreví a preguntar tras un largo rato ahí sentados.
El suspiró que dejó salir antes de responder me dio la respuesta.
-Si, Oliv...
-No te atrevas a decir su nombre aquí en nuestra habitación- solloce.
-Ella estaba en un muy mal momento en su matrimonio, entonces solo trate de ayudarla- se quedó callado otro largo rato. -Comenzamos a pasar tiempo juntos...
-No sigas- sollocé una vez más.
-En verdad perdóname- se arrodillo frente a mi.
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-Leah se que si hablamos, si buscamos...- dijo mirando lo que puse en su mano.
-Véte- me levante para alejarme de él.
-Leah piensa en...
-Ahora no estoy pensando, así que es mejor que te vayas.
Ahora si fue a su armario sacó su bolsa de viaje y comenzó a empacar.
Mientras yo solo tenía la mirada perdida en medio de lágrimas pensando en todo lo que pasamos a lo largo de estos más de cinco años.
-¿Qué es esto Leah?
Lo mire y mire lo que traía entre los dedos. -Nada...
-¿Cómo nada, Leah?- gritó.
-Es negativo afortunadamente... Si no estaríamos en problemas.
-Fue de...
-Si, de aquella vez en Los Ángeles- reí. -Querías tener otro hijo, es gracioso ¿No? Lo deseabas tanto que pensé que con la gira pospuesta y entonces este año estarías aquí, creí que podíamos intentarlo...
