Miro por la ventana, todo estaba fuera de control, los incendios, los soldados Mirakuru en las calles las personas asustadas simplemente parecía una pesadilla.
—¡Ouch!—Se queja Asher cuando por accidente dejo caer alcohol en su ojo.
—Perdón—Chillo.
Salde e Isabel entra a la oficina y Salde se queda al frente de la gran ventana.
—Ojala Shado estuviera para ver esto—Dice lo suficientemente fuerte como para que todos los escuchemos.
—¿Quién es Shado?—Pregunta Isabel enfadada.
—Uhhh—Susurramos Asher y yo burlones.
—¿Qué rayos ocurre?—Entra Sebastián a la oficina también molesto—Uno de tus toros anabólicos destruyó todo mi equipo—Asher y yo aguantamos la risa ante su frase con toros anabólicos.
—Sabes ¿Qué es eso?—Chilla entre risas.
—No—Niego de igual manera—Pero suena divertido.
—¿Y?—Salde no se inmuta.
—¿Y?—Bufa—¡Qué yo no acordé esto!—Mueve sus manos frenéticamente—Se suponía que detendrías a tus perros.
—Ese era su plan señor Blood—La cara de Sebastián cambia drásticamente—No el mío.
—Puedo jurar que se le bajó el azúcar—Le susurro a Asher al oído.
—El estafador resultó estafado—Ambos reímos frenéticamente una vez más.
—¡Largo!—Ordenan Sebastián y Salde al mismo tiempo.
Cómo si de niños pequeños se tratase Asher y yo salimos de la oficina.
—Aburridos escupe.
(...)
—Sebastian—Cierro la puerta detrás de mí y camino a el. Se encuentra recargado en el escritorio con un maletín en las manos.
—¿Qué quieres?—Pregunta voraz.
—Quiero lo mismo que tú—Susurro—Quiero que esto termine—Me mira con interés—Lo único que tienes que hacer es darme ese maletín e ir conmigo—Niega.
—No puedo hacerlo—Suspira.
—Si puedes—Animo—Lo único que tienes que hacer es darme el maletín, ambos estamos del equipo equivocado—Pongo mi mano en su hombro y una en el maletín—Se que haz echo todo esto para ayudar a las personas de Cuidar Starling, este es el momento en el que puedes cambiar las cosas—El duda unos segundos pero finalmente extiende el maletín hacia mi.
—Vamos—Giro en mi eje y camino a la salida pero me detengo al no escuchar sus pisadas—¿Qué esperas?—Cuestiono frustrada.
—Salde te matará si se da cuenta de que lo traicionaste.
—¿Y?.
—Yo seré la carnada—Niego.
—No, tienes que venir te podemos salvar—Elevo el tono de mi voz.
—No quiero ser salvado.
Sabía que sería inútil así que le regaló una sonrisa y salgo de la oficina, Asher me espera impaciente.
—Vamos Camille—Apresura—No moriré por ti.
—Y yo no pensaré en salvarte—Ataco.
Comenzamos a correr pero la loca de Isabel nos detiene, antes de que diga algo golpeó su cabeza con el maletín.—Vaya Camille—Dice Asher sorprendido.
(...)
Abro la puerta para entrar a la torre cuando asomo mi cabeza Oliver me apunta con su arco, John con su arma y Felicity está asustada lo más seguro es que pensaran que era un soldado mirakuru.
—¿Qué haces aquí?—Pregunta John a medida que entramos a la parte de arriba.
—No necesitamos tu ayuda—Sabia que Felicity se encontraba decepcionada pero me comenzaba a cansar.
—Si no quieren mi ayuda supongo que le devolveré el antídoto a Salde—Me encogo de hombros y vuelvo a la salida.
—No, espere—Chilla la rubia—¿Cómo lo conseguiste?—Pregunta asombrada.
—Hacerle creer a Salde que era parte de su equipo tiene ventajas—Sonrió victoriosa.
—Gracias—Dejo de sonreír al escuchar salir esa palabra de la boca de Oliver.
—No me agradezcas a mi, Sebastián fue quien lo hizo—Murmullo—¡Roy!—Exclamo y corro a el que está en una mesa de metal totalmente dormido.
Oliver toma el maletín de mis manos y lo abre, una luz intensa sale de este, toma un tubo y lo coloca en una jeringa.
—Tenemos que probarla—Mira a Roy.
—Eso no—Interviene Felicity—Crees que Roy es un conejillo de indias.
—Felicity...
—Y si no funciona—Ruedo los ojos ante su discusión de pareja—¡Y si lo mata y si despierta y nos mata!.
—¡Tenemos que saber!—Suspiro y le arrebato la jeringa a Oliver para inyectarla en la pierna de Roy.
—¡Maldición Camille!—Ruge Asher nuevamente.
El teléfono de Oliver suena y responde, se aleja un poco y eso me dificulta escuchar.
—No, escuchame—Me acerco para oír, si, en efecto era una chismosa—Tengo la cura—Me sorprendía como imponía ese hombre—Puedo detener a Salde y a sus hombres—Guarda silencio esperando una respuesta—Amanda solo necesito tiempo—Pide.
—Lo harás—Sujeto su hombro en forma de apoyo.
—Por como lo veo es imposible—No me mira esta pensando.
—Imposible es que Elena y yo volvamos a hacer amigas o que Alex alguna vez me mire pero tú lo lograrás.
—Camille—Asher me llama—Dijiste que te matendrías alejada de Oliver pero pareces perra en celo—Susurra mi oido cuando llegó el.
—Perdón—Chillo—Es que es muy guapo—Me excuso—Seré sería lo prometo.
—Tengo que pasar desapercibido con los hombres de Salde—Dice Oliver preocupado.
—Con un rostro como el tuyo eso será difícil guapo—Brome y le guiño un ojo exageradamente—¡Ouch!—Me quejo al sentir como Asher me golpea en la cabeza.
—Seriedad Camille.
—Seriedad.