Después de un rato, Roy se tuvo que marchar, no queríamos dejar de abrazarnos pero lo tenía que hacer así que me quedé en el búnker.
-¿Qué haces aquí?-pregunta Oliver.
-¿Ya no puedo estar aquí?-digo de la misma manera.
-Este búnker es tan tuyo como mío-suspiro.
-No pensabas así hace unos días-ahora el suspira.
-Eso fue antes de recordarte-gurñe.
-Ya me iré-aviso-solo quería saber si el aparato funcionaba pero aún no hay rastro de Adiran-explico.
En cuanto me pongo de pie una alarma comienza a sonar, ambos nos vemos y corremos hacia el computador.
-¿Qué?-cuestiona sin creerlo.
-¿Dónde está?-pregunto impaciente.
-Aquí.
Las luces explotan al mismo tiempo que las computadoras, ambos somos lanzados contra la pared.
(...)
-¡Camille!-grita Oliver desde el otro estreno del búnker.
Trato de poner de pie sin embargo me es imposible, mi pecho comienza a subir y bajar con precaución.
-Camille-dice ya más tranquilo, Oliver se acerca a mi.
-¡Oliver!-chillo preocupada.
-¿Qué diablos pasó?-pregunta adolorido.
-¡No lo sé, mierda, solo se que no puedo mover mis piernas!-suelto frustrada.
Oliver me mira con suma preocupación, no duda y se acerca a mi para sujetarme de los brazos y levantarme, fácilmente el me carga y me deja en un lugar más seguro.
-¿A dónde vas?-cuestiono cuando lo miro marcharse.
El no me responde, a los minutos lo veo volver con una silla de ruedas que había dejado en el bunker para cualquier emergencia, el rubio me levanta y me deja ahí.
-Gracias-susurro.-Debemos revisar las salidas.
-Ya lo hice-suspira-Cheese soldo todo.
-¡Wow!-exclamo-El si que es bueno-rio pero mi risa se va apagando-el aire se nos acabará, ¿No?
-Aún tenemos tiempo, pero si lo hará.
-¿Sera buena idea pegarme a la puerta y comenzar a gritar?-bromeo pero a él no le da gracias-vamos, ríete, eso me hará sentir mejor.
-No puedo reírme, debo sacarte de aquí-siento mis mejillas arder.
-Estamos atrapados.
(...)
-Entonces yo le dije a Alex, me gustas y el me dijo eres muy pequeña pero después de cinco años yo le empecé a gustar pero adivina, ¿Qué? El ya no me gustaba-le cuento mientras Oliver lanzaba flecha tras flecha sin embargo la puerta seguía intacta.
-Camille-me llama.
-¿Si?
-No me apetece escucharte hablar del chico que te gustaba mientras trato de sacarte de aquí-baja el arco.