Miro las cuatro pruebas y muerdo mis uñas, todas estaban cerradas y mis nervios crecían, la habitación estaba inundada en un silencio aterrador. Oliver no estaba, no sabía nada de las sospechas que Felicity había metido en mi cabeza y en la de Lance: Por eso ahora Lance y yo observamos las pruebas con antención como si en cualquier momento fuesen a hablar y decir "Felicidades, serás madre y tendrás que cuidar a otro ser humano por el resto de tu vida cuando ni siquiera te sabes las tablas de multiplicar".
Ninguno decía nada, Lance movía su pierna de arriba hacia abajo y yo mordía mis uñas.
—¿Por qué tantas?—Pregunto nervioso.
—Una vez mi hermana, Amelia creyó que estaba embarazada y compro una sola prueba y salió inconclusa así que decidimos comprar más, cuatro y los resultados fueron más precisos—Explico recordando aquel susto, en el que comenzaba a caer en un deja vú.
—¿Qué significan las dos rayas del lado izquierdo?—Pregunto Amelia con miedo.
—No lo sé—Hablo en un susurro, tomo la caja en mis manos y leo el empaque—Es inconclusa—Susurro en un hilo de voz.
—¿Qué hacemos?—Su voz está llena de preocupación.
—Tranquila Amy—Tomo su mano—Le diré a Danielle que tome cuatro pruebas más de la farmacia de su madre y no importa el resultado, yo estaré ahí para ti.
Lágrimas bajan de mis mejillas y comienzo a sollozar, lo único que quería era que Amelia estuviera para mí, abrazándome y diciéndome que todo estaría bien como cuando yo estuve para ella, quería que fuera negativa y después reír por el susto pero no tenía nada de eso, solo a Lance.
—N-no p-puedo—Tartamudeo.
—Si puedes Camí—Me abraza.
—No, no lo haré, no—Me niego alejándome de el—¡No quiero Lance!—Grito cuando veo que quiere hablar.
—Llamare a Oliver—Saca de su bolso su teléfono y rápidamente de un manotazo lo aviento al otro lado de la habitación.
—Te comprare uno nuevo—Chillo rápido cuando me mira sin creerlo.
—Camille—Llama severamente—Tienes que decirle, están juntos en esto.
—¡Camille!—Me pongo rápidamente de pie y tomo las pruebas de embarazo, Quentin y yo comenzamos a entrar en pánico al no saber dónde guardarlas, las lanzó a el y el a mi y así varias veces hasta que las mete en los bolsillos de su chaqueta—¿Qué sucede?—Pregunta Oliver con el ceño fruncido.
—Nada—Decimos los dos al mismo tiempo.
—Camille—Lo miro evitando llorar—Tenemos cosas que hacer—Informa—¿Nos vamos?—Pregunta.
—Primero tienen que hablar—Mis ojos se abren exageradamente—Nos vemos luego Camille—Me sacude el cabello—Adiós futuro....
—Alcalde—Corrijo.
—Eso es raro—Se acerca a mi—¿Qué tramas?—Pregunta abrazándome.
—Nada—Miento—Vamos, pero ¿Primero podemos llegar por helado de menta?—Parpadeo varias veces y el sonríe.
—Odias la menta—Empiezo a sollozar al recordar el por qué mi gusto hacia la menta tan repentinamente—¿Qué? ¿Dije algo mal? ¿Por qué lloras?—Pregunta rápidamente.
(...)
Ambos entramos a la que era la antigua oficina del alcalde Blood, comía mi helado de menta como si mi vida dependiera de eso sin prestarle atención a mi entorno.
