—¿Cómo es que no sabes quién es Asher?—Pregunto una vez más.
—No se de quién me hablas—Gruñe la castaña sin ningún interés.
—Asher es tu amigo Celeste—Afirmo.
—Ni siquiera te recuerdo a ti—Cierro los ojos tratando de no jalar su cabello castaño perfectamente peinado pero me relajó cuando Oliver pone su mano en mi hombro.
—Nos conocimos en el bar Verdant—Le recuerdo—Te enojaste conmigo por qué te lleve un vino barato—Imitó su voz chillona.
Ella abre sus ojos a cada palabra que digo dándome esperanza.
—¡Eras la mesera torpe!—Exclama recordando.
—Si, esa era yo—Ruedo los ojos—¿Ya recordaste a Asher?—Cuestiono.
—No—Se encoge de hombros desinteresada.
—Ahora si la voy a...—Me pongo de pie pero Oliver me sujeta.
—Si recuerdas algo de el puedes ir al bar a decirlo—Oliver me levanta y me saca del departamento de Celeste—¿Estás bien?—Cuestiona una vez afuera.
—No—Chillo—¿Cómo es que Asher puedo desaparecer?—Paso mis manos por mi rostro, realmente quería llorar.
—Se que no es buen momento para preguntar esto—Miro con curiosidad a Oliver—Pero ¿Tu sientes algo por el?—Pregunta serio.
—¿Qué?—Alargo—Si—Su expresión cambia preocupado—Me refiero a que es mi amigo y estoy preocupada por el pero no es como lo que siento por ti—El sonríe y yo caigo en cuenta de mi palabras—No digas nada—Lo callo antes de que el diga algo, el me hace casa pero aún así me toma de la mano.
Me suelto y camino hacia el búnker, estaba lejos, no teníamos auto, el sol estaba en su punto más alto y mi desesperación había crecido más alto que mis ganas de casarme con V de Bts.
—Camille—Me detengo cuando Oliver me llama.
—Oliver no tenemos tiempo de detenernos, tienes que volver para que Felicity te ayude a recuperar tu empresa—Gruño.
—Yo se eso—Admite.
—Entonces...
—Tengamos una cita—Mi ceño se frunció pero después se relaja para enseguida ponerme nerviosa—¿Quieres salir conmigo?—Pregunta nervioso—Una cita... Maldición, tenía una idea de cómo pedirlo... Pero este me pareció buen momento y...—Bufa.
—Yo soy la que tartamudea y maldice—Gruño—¿Es una broma?—Siempre que alguien me llegaba a confesar sus sentimientos mis inseguridades salían y me decían que era una broma, ¿Cómo alguien podría llegar a sentir algo por mi?.
—¿Por qué sería una broma?—Aun suena nervioso—Me gusta...
—¡Si!—Exclamo emocionada.
—¿Comida italiana?—Pregunta metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—¡No!—Grito como loca recordando cómo Oliver y Felicity explotaron en aquel restaurante—La odio, mejor vamos a cualquier otro restaurante y asegúrate de dejar tu traje de vigilante muy lejos.
(....)
Aplaudo como loca cuando Ray Palmer termina su discurso. Oliver y Felicity me miran mal. El discurso de Oliver había sido perfecto pero Ray tenía tecnología e ideas.
El consejo pide tiempo para pensarlo y los tres nos levantamos dispuestos para irnos.—Camille Harper—Oliver se detiene junto a mi cuando Ray llama a mi nombre.
—Ray Palmer—Respondo de la misma manera.
—¿Se conocen?—Pregunta Oliver.
—No—Mi ceño se frunce.
—Podemos hablar—Pide Ray.
Miro a Oliver quien ya se encontraba tensando su mandíbula.
—Sigan si mi—Hago una mueca—Los alcanzó después—Oliver asiente no muy feliz.
—Tu novio si que es celoso—Dice Ray cuando Oliver se marcha.
—¿Qué?—Chillo feliz, ya me agradaba—Oliver no es mi novio, aún—Esto último lo digo en voz baja—Como sea ¿Cómo es que me conoce?—Pregunto con intriga.
—Esta empresa pronto será mía y me gusta conocer a mis empleados—Sonrie egocéntrico.
—Vaya si que eres confiado—Me cruzo de brazos—Pero yo ya no trabajo aquí—Me doy la vuelta dispuesta a irme.
—Si vuelve te pagaré lo triple a lo que Oliver Queen solía pagarte—Me detengo—Solo te pido algo a cambio—El se situa al frente de mi—Convence a Felicity Smaok a que vuelva a trabajar aquí—Alzo una ceja—¿Qué?—Cuestiona al verme.
—¡Wow!—Lo miro fijamente—Si que sabes cómo obtener lo que quieres—Una vez más me sonríe egocéntrico.
(...)
Por décima vez acomodo el vestido negro que Felicity me prestó. Me siento en la banca del parque esperando a Oliver. Muevo mi pie nerviosa y muerdo mis uñas dejo de hacerlo cuando lo veo, llevaba un traje negro que hacía juego con mi vestido, me levanto para acercarme a el, Oliver me mira fijamente con una leve sonrisa.
—Es extraño que te pidiera encontrarnos aquí ¿No?—Es lo único que se me ocurre decir.
—Ya estoy acostumbrado a las cosas extrañas que viene contigo—Sonrie nervioso—Es una de las cosas que más me gustan de ti—Mis mejillas arden, el toma mi mano y emprenderemos una caminata—¿A dónde te gustaría ir?—Pregunta.
—Hay un nuevo restaurante te comida mexicana—¿Por qué mi voz temblaba?—Lo siento, estoy nerviosa.
—Yo también lo estoy—Admite.
—Es raro, ya nos hemos besado pero estoy nerviosa por nuestra primera cita—Eso sale de mi boca sin pensarlo, Oliver suelta una pequeña risa.
—Entonces te gusta la comida mexicana—Afirma.
—Si—Asiento.
—Y por lo visto te gustan los lugar espaciosos, coloridos y con música—Dice entrando al restaurante que era muy lindo.
—¿Tomando lista para la segunda cita?—Pregunto burlona.
—Para un quinto aniversario—Evito soltar un chillido, juego con mis dedos y bajo la mirada cuando quedamos en silencio—Cuando volví de la isla, todo fue incómodo para mí, había aprendido a ver a las personas como amenazas y cuando lo haces por mucho tiempo dejas de ver a las personas como personas si no como posibles objetivos—Dice después de un rato—Pero entonces chocaste conmigo y fuiste a la primera persona que ví como una persona.
—Tire un vino sobre ti y después me quedé con tu pañuelo que teñí de...
—Morado—Termina por mi.
—Una vez te dije que no podía estar contigo por miedo a perderte ¿Recuerdas?—Asiento.
—Como olvidarlo, rompiste mi corazón—Me burló.
—Creo que—Se queda calló al escuchar un sonido un tanto particular.
Oliver sin pensarlo se pone de pie al igual que yo, alzo mis brazos y el empuja la mesa para alzarme. El ruido retumba en mi oido de manera insoportable, siento mi cuerpo arder y todo da vueltas.
—Camille—¿Danielle?.