Entro a la casa y camino a la habitación de Roy, abro la puerta y alzo las bolsas en mis manos.
—Mira lo que compre—Sonrió victoriosa.
—No quiero hamburguesas—Roy se pone de pie y sale de la habitación por instinto lo sigo.
—Pero es tu favorita—Chillo—Es del Big Belly Burger.
—No quiero Camille—Exclama y se que debo de dejarlo tranquilo.
—Como sea—Me dejo caer en sillón—Roy—Lo llamo pero el me ignora y sale de la casa.
Imitó su acción y lo sigo.
—Roy—Exclamo—Roy—Hablo más fuerte—¿Qué diablos te sucede?—Bufo.
—No se nada de ti—Grita y se da la vuelta para verme—Hace días hablé con Thea ella me pidió que le hablara sobre ti pero resulta que no sé nada—Tiemblo un poco ante su enojo—Tengo a una desconocida en mi casa.
Quedó en silencio ante aquello.
—Roy—Susurro—Yo... Soy confiable—Intento sujetar su brazo pero el se mueve bruscamente y sale de mi panorama.
Hago un pequeño berrinche y vuelvo a la casa, me acuesto en el sillón pero algo molesta en mi pierna, busco en el sillón y me encuentro con el celular Roy, una gran idea salta a mi cabeza.
Desbloqueo el celular y entro a contactos, marco el número de Danielle y lo pego a mi oreja.
<El número al que intenta llamar no existe>
Lanzo el celulares lejos de mi pero de inmediato voy tras el al recordar que no es mío. Una vez que lo tengo en mis manos me vuelvo a sentar en el sillón buscando una manera de volver a mi vida.
Tocan la puerta y me encamino a abrirla al hacerlo me encuentro con Thea.
—Hola—Saluda amable.
—Hola—Respondo no muy feliz.
—¿Esta Roy?—Pregunta mirando sobre mi hombro.
—Se acaba de ir—Hago una mueca—Pero de seguro no tarda en volver ¿Quieres pasar?—Ofrezco con amabilidad haciéndome a un lado de la puerta para que pase.
No parece muy convencida pero aún así entra a la casa. Thea se acerca a la mesa y se sienta en una de las sillas y yo imitó su acción y me siento al frente de ella.
Ambas quedamos en silencio sin saber que decir o hacer.
—¿Quieres ir al centro comercial?—
—¿Quieres salir?—Ambas reímos.
—Eso es un si—La castaña entre cierra sus ojos divertida.
Me levanto al igual que Thea y caminamos a la salida.
—Roy dice que no conoces la ciudad, tal vez pueda enseñarte algunas cosas—Guiña un ojo.
(...)
Me encontraba totalmente sorprendida de las cosas que poseía Thea, desde su propio chófer hasta un sin fin de tarjetas. Miro por el vidrio del automóvil y admiro los altos edificios y múltiples tiendas.
—Dejanos en el centro comercial—Pide Thea al chófer.
El hombre se estaciona y se baja del automóvil, antes de que pueda abrir mi puerta el hombre ya se encontraba abriéndola por mi.
—Gracias—Digo tímidamente.
Thea se dirige al enorme centro comercial y se adentra en este yo la sigo con cierta curiosidad.
—Es fabuloso—Admito.
—Solo es lo mejor de lo mejor—Se cruza de brazos.
La primera parada es una tienda con muchos espejos y ropa demasiado costosa, Thea y yo entramos y un lindo olor nos recibe.
—Ire a buscar un vestido—Avisa—Mientras mira lo que quieras—La castaña se pierde de mi vista y se pierde rápidamente entre los pasillos de la tienda.
Doy pequeños pasos observando todo y quedó embobada con un hermoso vestido color vino, casi no usaba vestidos por qué no tenía muchos y nunca salía pero me parecían muy lindos.
—¿Puedo ayudarte en algo?—Una mujer peliroja me vuelve a la realidad.
—De echo no gracias—Sonrío.
—Tal vez puedas conseguir algo de acuerdo a tus posibilidades en la área de rebajas—Me mira de arriba a bajo con cierto disgusto.
Mi ceño se frunce y me miró al espejo de la tienda, llevaba una sudadera gris de Roy y una pantalonera blanca también de Roy.
—Se lo probará—Thea sale de unos de los pasillo con molestia—Tambien dale este—Señala un vestido muy brilloso—Y dile a una de tus compañeras que vaya pagando en lo que ella elige—Saca su tarjeta y la mira con enojo.
—Thea—Susurro—No es necesario—Hablo en voz baja mientras me acerco a ella—Ese vestido es más caro que mi casa—Exclamo.
—Eres amiga de Thea Queen—Habla fuertemente—Eso tiene sus beneficios—Finge una sonrisa a la peliroja, ella luce avergonzada ya que sale casi corriendo del lugar.
—Hablo enserio—Me mira sería—Elige lo que quieras yo pago...
—No pued...
—Si puedes—Me interrumpe—Y como dije soy una Queen no aceptó un no por respuesta.
—No me negare—Cedo y ella sonríe victoriosa—Pero en cuanto pueda te pagaré—Su sonrisa se borra y bufa.
—Esta bien—Chilla.
(...)
Entramos a la casa entre risas y con las manos repletas de bolsas.
—Viste su cara cuando...
—¿Dónde estabas?—Roy me interrumpe en cuanto me ve.
—Tranquilo—Dice Thea con burla.
—Estaba con Thea—Informo—Me compro ropa para el resto de mi vida—Le sonrío a la castaña.
—No puedes salir sin avisar—Aun suena enojado—Creí que te sucedió algo.
—Estoy bien Roy—Bufo—Hace unas horas ni me mirabas y ahora te preocupas—Suspiro.
—Tengo que irme—Anuncia Thea observando la situación—Nos vemos luego Camille—Se acerca a mi y deja un beso en mi mejilla y yo solo sonrío en modo de despedida—Adios Roy—El no responde.
—¿Cuál es tu problema?—Hablo con enojo.
—¡Tú!—Exclama.
—¡Si soy un problema me voy y listo!—Grito y su expresión cambia radicalmente.
—¡Solo dime la verdad!—Dice desesperado.
—¡No puedo!—Chillo.
—¡Si puedes!—Golpea la mesa y quedó en silencio.
—Si tanto quieres la verdad, está bien, te lo diré—Hablo después de unos segundos.