—Tenemos que ayudar a Oliver.
—¡En estos momentos no me importa Oliver!—exclamo frustrada—Solo me importa saber dónde está Asher.
—Pero Oliver...
—El puede solo—gruño.
—¿Qué sucede entre tú y el?—indaga Thea.
—Nada—miento.
—No les creó—se sienta al frente de mi—Hace unos días estaban bien y después estuvieron en el bunker y ahora ni siquiera se pueden ver.
Suspiro cansada, desde ese día, Oliver y yo ni siquiera habíamos cruzado palabras, era incómodo para mí ver cómo el aún seguía interesado en Susan después de todo.
—¿Qué paso?—insiste jugando con la poca información que había encontrado de Asher.
—Eres tan insistente por eso es que Roy te dejo—su boca se abre ofendida.
—Eres una idiota—hace un puchero.
—Oliver y yo... Estuvimosjuntos—digo lo último rápidamente.
—¿Qué?—pregunta sin entender.
—Que Oliver y yo estábamos en el búnker, discutimos y estuvimosjuntos...
—¡Camille!—grita.
—¡Oliver y yo tuvimos sexo en el búnker!—grito.
Las personas en el café nos miran mal, Thea abre sus ojos con sorpresa y cubre su boca.
—¡Si!—exclama feliz—Adios Susan, hola Camille.
—No—la detengo—Nada de eso.
—¿Por?—dice desanimada.
—Por qué él aún quiere a Susan—explico con un nudo en mi garganta—Cuando paso, le dije que pretendieramos como si nunca hubiese pasado por qué el era el alcalde y yo su secretaria y abría rumores y el aún quiere a Susan—hago una mueca.
—Pero...
—Pero nada, el aún ama a Susana.
—¡La ama por qué piensa que eres tú!—dice frustrada.
—El ya ha sufrido mucho Thea—ella evita verme, está enfadada—Solo quiero ser feliz.
—¿Qué planeas hacer?—suelta molesta.
—Quiero buscar a Asher y cuando lo encuentre me iré y dejaré que todo siga su curso—sus ojos se ponen rojos.
—Tambien te irás—chilla entre dientes.
—Ya no tengo nada aquí—confieso—Oliver hará pagar a Aidan, Demian no se dónde está, tengo que dejar que todo siga su camino, yo no pertenezco aquí, Thea—sujeto su mano.
—No quiero que te vayas—me pongo de pie y me siento a un lado de ella para abrazarla.
—Yo tampoco me quiero ir pero extraño a mis padres, a mis hermanos y a Danielle.
(...)
—¿Qué?—cuestiono sin creerlo.
—Adrian tiene a Oliver—repite John.
—Tenemos que ir por él—hablo desesperada.
—Eso intentamos pero no tenemos idea de dónde está—explica Felicity.
—Que René y Dinah busquen por las calles—los miro y ellos asienten tomando sus cosas—Curtis y tú—señalo a Felicity—Revisen las cámaras de seguridad de la cuidad y...
—¡Tú no eres nadie para dar órdenes—John me detiene—Apenas llevas unas semanas aquí—ruedo los ojos.
—¿Eso importa?—cuestiono—Oliver está en peligro y soy la única que está haciendo algo—ataco.
—¿Por qué te importa tanto?—cuestiona René.
—Por que.... Por qué es el alcalde—miento.
—¿Solo por eso?—alza una de sus cejas.
—Si, por qué más importaría—sueno nerviosa.
—Por qué es evidente que te gusta—comienzo a reír como loca.
—Eso no es verdad—chillo, ellos me miran dudosamente—Deberíamos de estar buscando a Oliver en vez de estar interrogando—digo molesta.
—Los únicos que no saben que Oliver y Rosé se gustan, son Rosé y Oliver—susurra Dinah.
—Te escuché.
(..)
Me dejó caer en la silla al no encontrar nada de Oliver, trate de hablar con Prometheus pero al parecer ya sabe de que bando estoy.
—¡Esto es inútil!—grito frustrada.
—Rosé, debes estar tranquila—pide la rubia.
—No puedo cuando Oliver está allá afuera con ese loco.
—Eso Oliver, el estará bien—anima John.
—Soy el mayor shipper Olise del mundo—chilla Curtis pero todos lo ignoramos—Okey, no es momento.
Niego y tomo mis cosas para empezar a caminar a la salida.
—¿A dónde vas?—John me detiene.
—A buscar a Oliver...
Me quedo callada cuando lo veo entrar, siento mis ojos picar y como un nudo se instala en mi garganta al verlo así.
Oliver camina a paso lento hacia nosotros, lleva solo una chaqueta de cuero cubriendo su abdomen, está lleno de sangre y luce apagado.
—¿Q-que.. pasó?—cuestiono llorando.
—Adrian me tenía y luego me dejó ir—dice adolorido.
—Con cuidado amigo—pide John, nadie se animaba a acercarse—Ese mal nacido pagará por esto.
—Se acabó—mi ceño se frunce—Ya no haré más esto.
—Ese idiota—gruño limpiando mi rostro—Yo misma acabaré con el—estoy dispuesta a ir pero Felicity me suejta.
—¡Eso, defiende a tu hombre!
—No es momento Curtis—lo regaña John.
—¡Sueltame Felicity!—pido enojada.
—¿Qué harás Rosé? Irás y simplemente lo insultas y ya—dice llorando—Eso no funciona así.
—¿Y solamente lo dejamos así después de todo lo que le hizo a Oliver?—digo de la misma manera.
—No quiero que discutan—pide el rubio.
—No es momento, Felicity ayuda Oliver—dice John.
—¡¿No haremos nada?!—pregunto sin creer, todos me ignoran—¡Excelente!—digo sarcástica—Todos son unos idiotas.