—No se que hago en estos momentos—susurro viendo a Elena.
Ella sigue observando el televisor donde Oliver daba una conferencia acerca de Flecha verde y el como intenta desmentir aquello. Sentía la presión mas Elena no era de ayuda en estos momentos.
—No haces nada eso es seguro—se burla.
—Tu guarda silencio—pido estresada.
—Es la verdad—se queja—deberias de estar ayudando a tu pareja pero que haces, nada.
Evito lazarle el cojin que descansa en mi regazo.
—No me siento muy bien—admito—teniendo en cuenta que tenerte aqui me quita emergia, todo esto me hace mas vulnerable—esplico.
—¿Como sabes todo eso?—cuestiona intrigada.
—El libro de Moira Queen es mas interesante de lo que aparente—suspiro sintiendo mi cabeza doler.
—¿Cuando les dirás?—abro mis ojos—sabes que algún momento tendrás que irte y volver a tu vida y tu misma lo dijiste, esto te esta haciendo daño.
—No puedo hacerlo ahora—le recuerdo—Oliver necesita ayuda con William y...
—¡Por dios!—exclama fastidiada—ni siquiera has vito al mocoso desde que llegaste aquí.
—No lo llames así, es un buen niño—susurro incomoda.
—Admítelo, nunca vas a querer al mocoso porque no es tuyo—mi boca se abre lentamente al no creer lo que dice Elena.
Si bien la idea de convivir con William me parecía incomoda no me molestaba y pensaba que podría llegar a quererle mas aun no sentía una gran conexión con el.
—Solo dices idioteces Elena—me defiendo.
—Idioteces o no, Asher estaria de acuerdo conmigo—dice orgullosa pero despues su mirada cambia—por cierto donde esta ese idiota, aun me debe un esmalte de uñas.
—No te preocupes por el, lo hare volver—aseguro.
—Camille—me llama Elena y ante su repentino tono de voz la miro—¿Por que siento que no soy real? Algunas veces siento que soy un producto de tu imaginación.
—Es normal—me apresuro a relajarla—cuando recién llegue también me sentía así pero nosotras no somos parte de esta realidad por ese es el sentimiento.
—Y si lo somos—susurra—tal vez de eso se trata.
—En estas horas te pones muy rara—me pongo de pie y camino hacia la puerta.
—¿A donde vas?—cuestiona con miedo.
—No es tu asunto.
(...)
Quedo helada en mi lugar cuando veo a la persona frente a mi, se supone que estaba en horario escolar y por eso había ido, no quería verlo aun pero aquí estaba frente a mi, me sentía intimidada frente a un niño.
—Hola—saludo nerviosa—¿Esta tu padre?—pregunto rascando su nuca.
—Hola Camille—dice de la misma manera y se hace a un lado para pasar—, el esta en su oficina.
Entro al departamento, ambos quedamos en silencio, queria decir mas cosas pero nada salia de mi boca.
—¿Ya comiste?—pregunto, el niega—¡¿Que te paso?!—me acerco a el y sujeto su rostro entre mis manos al notar una marca morada cerca de su ojo y otra mas leve en su labio. El se aleja quejandose de dolor—¿Quien lo hizo William?
