Volví.

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Trataba y trataba y nada funcionaba, noche tras noche intentaba volver con ellos pero nada parecía funcionar. Me recargo en la cama y pego mi cabeza a la pared. Mi teléfono vibra en la mesa a un lado de mi cama.

—¿Si?—Cuestiono.

—¿Estabas dormida?—Preguntan al otro lado.

—No, no puedo dormir—Confieso.

—Yo tampoco podía dormir—Aunque no podía verlo sabía que sonreía.

—No podías dormir así que me llamaste para...

—Solo quería escucharte—Evito sonreír.

—Alex si no dirás nada importante..

—Me gustas Camille—Sonrió—Realmente lo haces.

—¿Por qué me dices esto ahora?—Cuestiono sin entender.

—Hace tres meses fue nuestra cita, creí que ya seríamos algo—Hago una mueca—Esperaba que pudieras pensar en una posible relación.

Tal vez era momento de dejarlo ir, no sabía si había sido un sueño o si volvería a verlo.

Me gustabas Alex, mucho y durante mucho tiempo—El suspira feliz—Que te parece si nos vemos el viernes y hablamos sobre ello—Sugiero.

—¿No lo podemos hablar ahora mismo?—Rio.

—No, si queremos iniciar una relación será el viernes—El se queda en silencio.

—Entonces es un si quiero salir contigo Alex—Una pequeña pizca de emoción llena su voz.

—Nos vemos el viernes.

(...)

—¡No lo puedo creer!—Chilla Danielle eufóricamente.

—No grites—Pido al ver cómo toda la cafetería nos mira.

—Perdón, solo que al final seremos familia—Me abraza.

—No lo sé—Muerdo mi labio—Será mejor quedar como amigos...

—No, date la oportunidad de ser feliz, deja atrás lo que te atormenta—Danielle tenía razón debía dejarlo ir—Hoy duermes en mi casa—La miro sería—Tranquila Alex se queda con mi primo—Suspiro aliviada.

—Vamos—Me pongo de pie.

—¿A dónde?—Su ceño se frunce.

—A mi casa—Hablo obvia.

—Creí que sería en la mía y aún estamos en clases—Me mira sin creerlo.

—Mi casa está sola, mis padres salir de la cuidad tratando de recuperar su matrimonio, Amelia trabaja hasta la madrugada y Luna y Alexander están con mis abuelos—Explico—Y sobre las clases ya me aburrieron—Me burló.

—Camille me sorprendes.

—Vines o ¿No?—Pregunto cansada.

—No quiero meterme en problemas pero tampoco puede dejarte.

(...)

—Mañana es viernes—Dice Danielle dejándose caer en mi cama.

—Lo se—Respondo por quinta vez—Pon una película—Ordena.

—Mejor vemos una serie—Asiento trayendo la caja de pizza—No te burles pero desde que ví arrow no he dejado de verla y ahora Alex también está obsesionado con ella—En la pantalla se reproduce un episodio de la tercera temporada—¿No la quieres ver?—Pregunta al ver mi cara.

—No es eso—Bufo—Sabes no importa, esa serie está bien—Había decidió que ya no me importaba así que la vería sin ningún problema.

La serie comienzo y una pequeña pizca de tristeza invade mi cuerpo.

—¡Ya llegué!—Grita Amelia desde el primer piso.

—Esta bien—Grito de devuelta.

—Hola Danielle—Saluda Amelia cuando sube.

—Hola Amie—Responde sin dejar de ver la pantalla.

—¿Qué miran?—Amelia se sienta en mi cama—Ya es tarde para ver la tele mañana tiene clases ¿No?—Se recarga en mi.

—Amelia tiene razón Danielle—Concuerdo con mi hermana—Es mejor dormir, mañana será un día largo—No es que estuviera de acuerdo con Amelia solo quería dejar de ver la serie y aproveche la oportunidad.

—Como órdenes jefa—Suspira Danielle y apaga la tele.

Amelia apaga la luz y sale de la habitación, Danielle rápidamente duerme ella tenía la habilidad de dormir rápido y en cualquier lugar.

—Maldición—Suspiro—Solo quiero volver a ser feliz.

(...)

Un sonido retumba en mis oídos, como si se tratase de la bocina de un auto, cada vez se hacía más fuerte, ¿Qué clase de sueño? Me preguntó a mi misma. Abro mis ojos, me pongo de pie al ver que estoy al medio de una calle, los autos tocaban las bocinas desesperados, mis pies se mueven por si solos y me alejo. Me recargo en una pared tratando de despertar, las personas que pasaban me miraban extraños, miro mi cuerpo, llevaba la ropa de dormir.

—Otra vez tu—Miro a Max quien rueda los ojos—Hace mucho que no te miraba desde que dejaste de trabajar en el bar—Bufa para volver a su camino.

Me quedo procesando todo un momento.

—Espera—Digo para mí lentamente—¡Max!—Grito.

Doy pequeños brincos al entenderlo, realmente había vuelto, lo había logrado.

—Perdón—Le hablo al señor el cual estaba maldiciendo ya que había chocado con el.

No sabía que hacer ni a dónde ir, no quería arruinarlo. Trato de pensar que hacer hasta que su rostro aparece en mi mente. Comienzo a caminar disfrutando la noche. No tardó en llegar a su departamento, afortunadamente desperté cerca de el. Subo las escaleras y me detengo en su puerta, tocó varias veces la madera de color café hasta que abre.

—Volví—Digo con una enorme sonrisa.

Sé que apesta pero el siguiente será bueno.

GOLD EYES ~Oliver Queen~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora