23- De familia a extraños

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—¿Skadi?

—Mason. 

—Me dijeron que viniera aquí —Dijo el chico, desde el otro lado del vidrio de la sala de reuniones.

—¿Estás bien? —El chico asintió— Quería verte, porque voy a salir con Rick. 

—¿Cree que Daryl murió? —Preguntó el chico, Skadi sintió una punzada en el pecho.

—No. Tuvo que ir lejos por los medicamentos, así que va a demorar —Contestó la rubia— Perdimos toda la comida en el pabellón D, así que iremos a buscar mas y todo lo que podamos encontrar. 

—Aún nadie ha muerto —Le comentó Mason.

—¿Aún?

—Creo que mucha gente va a morir. Eso pasa siempre. Me entristece, pero al menos pueden regresar. 

—Mason, cuando regresan, no son... no son quienes eran. 

—Si, pero son algo. Son alguien. Ahora soy pequeño, si no muero, creceré. Seré yo, pero distinto. Así son las cosas. Todos cambiamos. No podemos quedarnos del modo en que empezamos. 

—Mason, es más complicado...

—Tu crees que soy débil. No lo soy. Soy fuerte y digo lo que pienso. 

—¿Recuerdas lo que te dije que hicieras en caso de peligro?

—Correr tan rápido como pueda. 

—No dejes de correr hasta estar a salvo —Le dijo ella— Si tu vida o la de tu hermano están en juego, no puedes temer matar. ¿Entiendes? 

—Si. 

—Tienes que ser fuerte ¿Si? Vivirás. Tu, tu hermano, Atticus y yo. Lo sé. ¿Dónde está tu cuchillo? Pon tu camiseta detrás de el. Tienes que poder llegar a el rápido. 

—Sí, mamá, digo Skadi. 

—No me llames "mamá" 

—Fue un accidente. 

—Lo sé. Volveré pronto. ¿Si? 

—¿Cómo puedo hacer para no tener miedo?

—Peleas contra eso. Una y otra vez. Hasta que un día —Skadi recordó la primera vez que mató a alguien— cambias. Todos cambiamos. 

Luego de despedirse, Skadi salió con Rick en el auto. Ambos iban en silencio. 

—Maggie quería venir —Comentó Skadi. 

—Alguien tenía que quedarse a vigilar. 

—Podía haberme quedado yo. ¿O te refieres a alguien en quien confíes? —Rick guardó silencio— Se habrían ahogado en su propia sangre. Sufrían. Aceleré el trámite. Necesitábamos deshacernos de los cuerpos, evitar que se propagara. Eran los únicos enfermos. Eran una amenaza. Trataba de salvar vidas. Tenía que intentarlo. 

—Quizá. 

—Yo... yo vengo de un lugar donde si estabas más de tres días enferma, te mataban. Porque eras una carga. Y si tu enfermedad se volvía peligro para el resto, entonces definitivamente te mataban. Ellos eran un peligro, intenté salvar gente. 

—Quizá —Volvió a repetir Grimes. 

Skadi no dijo nada más durante el resto del camino. Se quedó mirando por la ventana hasta que llegaron a un vecindario, donde se bajaron para explorar. Rick abrió la puerta de un auto donde había un cartel que decía "Perdonen nuestro polvo" escrito con la mugre del vehículo. 

—Han limpiado el parabrisas. No puede haber estado aquí más de uno o dos días —Comentó Skadi, revisándolo. 

—Intentemos buscar medicamentos —Comentó Grimes. 

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 /Daryl Dixon- TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora