61- Recién llego y ya están lloviendo vergazos.

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Gente, estuve viendo mis tik toks viejos, en los que aparece Shane. LPM LO EXTRAÑO.  Bueno, me aburro. Así que comenten, que se yo, háblenme. Cuéntenme de su vida. ¿Necesitan un consejo? Yo se los doy. Oh, mejor aún. Pídanle un consejo a alguno de los personajes we. Me aburro y no tengo amigos, ya sé que se nota. 

El sol finalmente había caído. El grupo, apenas estaba llegando al granero donde se suponía, debía estar Eugene. 

—Vamos, muchacho, búscalo —Le ordenó Daryl al perro. Este se adentró en el granero y comenzó a olfatear, hasta llegar a una pila de heno— Buen chico. 

Skadi golpeó el suelo debajo de la pila. 

—Eugene, soy Skadi. ¿Estás ahí dentro? —Preguntó. El grupo se miró entre sí. 

—Afirmativo. 

Cuando abrieron la compuerta, debajo de la pila, encontraron a un atemorizado  Eugene, sosteniendo su cuchillo. Lo ayudaron a salir. 

—Eugene, ¿estas bien? —Le preguntó Aaron. 

—Caí mal y me disloqué la rodilla. Teníamos una horda atrás, Rosita se vió obligada a ocultarme aquí —Contestó el. 

—Si está dislocada, podemos volver a ponerla en su lugar —Opinó Daryl. 

—No. Debemos salir de aquí —Contestó Eugene— La horda que nos siguió está a punto de regresar. 

—Vi sus huellas. Se fueron —Lo intentó tranquilizar Daryl. 

—No, no lo hicieron. Ya pasaron dos veces por aquí —Insistió Eugene, Skadi frunció el ceño— Me están buscando. Tenemos que largarnos antes de que vuelvan. No era una horda normal. 

—¿Que quieres decir? —Preguntó Aaron. 

—Cuando nos pasaron, los oímos. Ellos...Se susurraban unos a los otros —Explicó Eugene. 

—¿Quieres decir que estaban hablando? —Preguntó Skadi. 

—Sí, sé como suena. Pero Rosita también los oyó. Ella puede corroborarlo. 

—Hay que llevarlo de regreso —Mencionó Daryl, viendo la desesperación de Eugene. 

En ese mismo instante, Dog comenzó a ladrar. 

—Dog, ven aquí muchacho —Lo llamó Skadi, el perro volvió hacia ella, mientras Daryl se asomaba a ver lo que ocurría afuera. 

—No hay forma de que sea la misma horda —Murmuró Daryl. 

—Nos encerraron —Se quejó Aaron. 

—No, no, no, no —Decía Eugene, mientras los hombres intentaban ponerlo de pie y ayudarlo a caminar. 

—Podemos regresar por donde veníamos y dar la vuelta —Mencionó Skadi. 

—La ruta 28 no está lejos. Es el camino más directo a los caballos —Dijo Jesús. 

El grupo salió del granero, escabulléndose lo mejor que podían mientras ayudaban a Eugene. Debían escapar de esa extraña horda. Corrieron por el bosque y salieron de este en la ruta 28. La horda... continuaba siguiéndolos. 

—No tiene sentido —Mencionó Jesús. Mientras apoyaban a Eugene sobre un auto— No deberían voltear así y mucho menos seguirnos hasta el granero. 

—Tengo una teoría para proponer —Comenzó a decir Eugene— Los caminantes están evolucionando. 

—Eso es mierda —Masculló Daryl, con la misma rudeza con la que le había dicho años atrás a Atticus, que los Santa Claus no existe. Y cuando el niño le dijo que era obvio que no existía porque probablemente lo había mordido un caminante, el hombre simplemente murió de ternura. 

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 /Daryl Dixon- TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora