63- Aparece la pelona.

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—Esto no se siente correcto —Le susurró Skadi a Daryl. 

Estaban escuchando la conversación de Atticus y Lydia. Skadi podía reconocer un lavado de cerebro cuando lo escuchaba. Las cosas que Lydia contaba eran confusas, su padre parecía ser violento pero... algo no cerraba en la historia que la chica contaba. Skadi sabía que Lydia tenía los recuerdos confundidos, cambiados, como si alguien le hubiese estado repitiendo la misma historia una y otra vez. Un lavado de cerebro casi tan perfecto como el que le hicieron a ella en Arlequín. Lydia se pisaba con el inconsciente, ni siquiera ella misma podía decir si lo que recordaba era real o no. La rubia conocía ese sentimiento, sabía lo que se sentía tener tantos pensamientos revueltos y no saber cuales eran propios y cuales eran infundados. 

—¿Por qué me ayudas? —Preguntó la voz de Lydia. 

—Cuando... encontré a mi mamá, ella estaba bastante jodida. Yo solo era un niño, pero, te dabas cuenta al mirarla a los ojos. Ella tenía formas muy distintas de hacer las cosas. Y mi papá también. Ambos estaban jodidos. Creo que incluso yo lo estaba, al menos un poco. Pero recibimos mucha amabilidad. Mucha gente cuidó de nosotros. Y... logramos salir adelante. 

—¿Crees que estoy jodida?

—Creo que tienes formas muy distintas de hacer las cosas. También dices cosas extrañas. ¿Cómo el hambre puede ser una bendición?

—Si te lo explicara, no lo entenderías. 

—Mira —Atticus largó una carcajada— Mi tío, mata cabras en sacrificio a los Dioses y luego arroja la sangre sobre mi mamá. Creo que puedo entender muchas cosas. Incluso si me parecen extrañas. 

Skadi sonrió levemente, Ubbe había dejado de hacer sacrificios a los dioses hace tiempo. 

—¿Tu papá es ese hombre que me encontró en el puente? ¿El que me trajo aqui? —Preguntó Lydia. 

—Si y mi mamá es la mujer rubia. Son líderes de otra comunidad. Mi mamá es una gran lider, todos la quieren mucho allí. De ahí vengo yo. 

—¿Está lejos? ¿Cómo se llama? —Preguntó la chica. 

—Se llama Uppsala. Probablemente fue un templo en el pasado. No está lejos, pero es dificil llegar, tienes que...

Daryl se puso de pie y abrió las puertas del sótano, haciendo el mayor ruido posible. Bajó las escaleras para sacar a Atticus de allí dentro. Skadi sabía que probablemente debía ir con ellos, porque Daryl le iba a dar el reto de su vida, pero... acabó bajando al sótano, para ver a la chica. 

—Hola —Saludó. La chica la observó, sorprendida. Skadi comenzó a abrir la celda— Voy a entrar, y creme cuando te digo que mas vale te quedes tranquila —Skadi abrió la celda y se adentró, Lydia la miraba atemorizada—Voy a tocarte —Le avisó, mientras llevaba la mano al rostro de Lydia. Skadi tenía ese algo, incluso antes de esto, ella ya lo tenía. Incluso si es un roce, siempre te quedas esperando más. La rubia tocó detrás de las orejas de Lydia, haciendo pequeños y suaves circulos— ¿Se siente mejor? Por la forma en la que te jalabas la oreja, supe que te dolía. 

La chica se veía mucho mas aliviada, asintió con la cabeza y cuando Skadi quiso retirar sus manos, la sujetó de la muñeca. Prácticamente rogando que no se apartara. Ambas se sentaron en el suelo, frente a frente, Skadi seguía haciendo ese leve masaje, incluso se había extendido hacia el rostro. Con leves toques cuidadosos, Lydia había dejado de fruncir el ceño, de apretar los dientes. 

—Dos de los nuestros desaparecieron —Comentó la rubia— pero encontramos sus caballos. Tenían mordidas, y cortes hechos por algún cuchillo. ¿Que haría tu mamá si se cruzara con los nuestros? ¿Los mataría?

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 /Daryl Dixon- TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora