31- ¿Todo vuelve a ser como antes?

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—Hola, mi nombre es Deanna Monroe —Skadi volteó para encontrarse con una mujer que ella ya conocía. Era una congresista bastante reconocida. 

—Skadi —Contestó. 

—¿Le molesta si filmo nuestra charla?

—Si —Contestó la rubia. La mujer la miró sorprendida— ¿Tiene que salir mi rostro si o si? 

—Puedo... apuntar en otra dirección. Es solo por si alguien quiere escuchar la entrevista en algún momento. Nos gusta la transparencia. Tu rostro no tiene que salir. 

—Me parece bien. 

Un tacho de basura se cayó, alarmando a todo el grupo que apuntó con las armas en su dirección. Una zarigüeya lo había tumbado. Daryl le disparó con su ballesta y tomó al animal de la cola. 

—Trajimos la cena —Avisó. 

—Descuida —Le dijo Aaron al hombre que les había abierto el portón— Adelante, pasen. 

El grupo se adentró en la comunidad, alerta. 

—¿Cuánto llevan sobreviviendo ahí afuera?

—Desde siempre. 

—¿Como acabaron juntos? ¿Se conocían desde antes o...? —Skadi finalmente se sentó en el sillón. 

No. No nos conocíamos. 

Daryl no se separaba de Skadi y Atticus, no les quitaba los ojos de encima. 

—Yo era congresista en Ohio. ¿Tu? 

—Nada. 

—Aaron me dijo que el dificil era Rick. Pero tu hablas menos que el. ¿Quieres estar aquí, Skadi? 

—Quiero estar donde mi familia esté. 

—Antes de avanzar, tienen que entregar sus armas —Avisó el hombre desconocido— Si desean quedarse, deben dejarlas. 

—No sabemos si deseamos quedarnos —Le contestó la rubia. 

—Está bien, Nicholas —Lo tranquilizó Aaron. 

—Si hubiéramos tenido intención de usarlas, ya lo habríamos hecho —Agregó Rick. 

Skadi y Rick eran probablemente las únicas dos personas capaces de verse intimidantes incluso en la pose en la que estaban. Skadi llevaba a Atticus de la mano, Rick tenía a Jude en brazos, y aun así seguían dando miedo. 

—Tengo el don de interpretar a la gente. Si no ganaba la reelección, iba a dedicarme al póquer profesional. ¿Que eras? ¿Agente del FBI? ¿De la CIA?  —Skadi se quedó en silencio, sin contestar. La mujer suspiró. 

—Deja que hablen primero con Deanna —Pidió Aaron. 

—¿Quién es Deanna? —Preguntó Abraham. 

—Ella les dirá todo lo que quieran saber sobre este lugar. Rick, ¿por qué no vas tu primero? —Preguntó el hombre. 

Rick volteó al escuchar el gruñido de un caminante al otro lado del muro. 

—Skadi —Avisó. 

Y la rubia, sin temblar, sin esfuerzo, sin ningún problema, tensó su arco y disparó. La flecha pasó entre el espacio delgado de los barrotes y siguió hasta la cabeza del caminante, justo entre los ojos. Este cayó sin vida al suelo. 

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 /Daryl Dixon- TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora