52- Tal vez yo no esté listo.

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La batalla en Alexandria no había salido como el grupo esperaba. Los carroñeros los habían traicionado. Sasha estaba muerta. No habían ganado la batalla, pero ganaron otra cosa. De alguna manera, que el Reino y Hilltop hubiesen llegado a ayudar, les había dado esperanza. Ganarían la próxima vez que tuviesen que luchar. 

Las hormigas se habían juntado, para crear una revolución. Y ahora, nada podría pararlos. 

Pero también las cosas para Daryl se estaban poniendo complicadas, de una manera un tanto más sentimental. Atticus tenía razón en algo, Daryl había cambiado el alcohol por una mujer, pero eso no implicaba que estuviese enamorado o que incluso le atrajese Nikki. Simplemente la estaba usando para olvidar lo que sentía. Habían pasado alrededor de tres días desde la batalla en Alexandria. Daryl y Nikki estaban peleados. Tal vez el error fue que Nikki quería comenzar a correr, mientras que Daryl apenas estaba volviendo a caminar.  La pelea empezó la misma noche luego de la batalla. 

Nikki le había estado dando vueltas a lo que Daryl había dicho. 

—¿Podemos dormir en tu habitación hoy? —Le preguntó la pelirroja— O en la mía. Solo... dormir en el sillón hace que me duela el cuello. 

—No tenemos que dormir juntos, puedes irte a tu casa —Le dijo Daryl.

—Pero... yo quiero dormir contigo —Le dijo ella. 

—No estoy listo para eso, Nikki. 

—¿Y cuando lo estarás, Daryl? —Le preguntó ella— Porque desde que empezó esto, lo que sea que tenemos, todos me han hablado de Skadi, de lo maravillosa que era y de lo increíble que se veían juntos. Esta casa está llena de fotos suyas y la gente insiste en hablar de ella como si fuese una especie de Diosa y yo... yo no puedo competir contra un fantasma, Daryl. 

Que usara la palabra "fantasma" para referirse a Skadi, hizo que Daryl perdiese la cordura. 

—No te he pedido nada —Gruñó el— Si quieres irte, hazlo. 

—Soy una gran mujer, Daryl. He cuidado de tu hijo y he intentado que nos llevemos bien. Beth me adora, soy agradable y cuidadosa. Cocino bien, y jamás estoy de mal humor. Me gustan los niños, me llevo bien con ellos y adoro los animales. Y amo nuestro mundo. Y merezco más de lo que me estás dando. Y tu puedes darme lo que quiero, pero no quieres —Nikki se puso de pie— Cuando estés listo, ven a buscarme. 

Nikki se inclinó y besó a Daryl en los labios, el la sujetó de la muñeca impidiendo que se aleje. Le correspondió al beso, pero ella quería que el le diese lo que ella quería. Así que rompió la cercanía y se alejó. 

Daryl pensó toda la noche y todo el día. La noche antes de la ultima batalla, se paró frente a la puerta de Nikki. 

—Pensé en lo que me dijiste —Comenzó a decir— Lo siento, Nikki. No puedo. No puedo amarte, no puedo enamorarme de ti. Porque... la amo. Incluso cuando se ha ido, la amo. No puedo amarte a ti. 

—Pero, Daryl, ella está muerta. 

—No me importa. La amo aunque esté muerta. No hay forma en esta vida de que ame a alguien que no sea ella. Odiaba el mundo, de verdad lo odiaba, no me importaba. Y luego empecé a amarlo, porque ella vivía en el. Skadi me dió a mi hijo. Me enseñó lo que era la felicidad y me rehuso a ser feliz con una mujer que no sea ella. La amaré en esta vida y en todas las siguientes, es así. Porque soy suyo, soy honesta, profunda y completamente suyo. Le pertenezco a ella. Incluso si está muerta. Y tu eres hermosa, Nikki, graciosa y encantadora, de verdad. Pero todo eso no importa, porque la amo a ella y tu no eres ella. Así que lo siento. Pero quería decírtelo, para que no esperes en vano. 

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 /Daryl Dixon- TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora