Nadie nace sabiendo amar. Ella tuvo que aprender de grande. Y en medio del apocalipsis. Ellos despertaron su corazón, pero el... lo hizo sentir.
Y todo lo que hizo, fue por amor, desde el inicio hasta el fin.
Empezada 9/03/2022
Skadi siempre fue una persona que vivía de noche. Prefería hacer todo por la noche. Lo que sea que hiciese, si lo hacía noche, era mejor. Probablemente, porque en la oscuridad encontraba consuelo. Nadie podía verla y ella tampoco podía verse a si misma. Odiaba verse a sí misma. Odiaba verse en el espejo, o en los reflejos de las ventanas. Odiaba verse, porque se odiaba a sí misma. No hay forma de hacerte tanto daño, como el que Skadi se hizo, si no te odias a ti mismo. Skadi vivía de noche, en un mundo que había sido hecho, para los que viven de día. De noche, Skadi podía ignorar lo destrozada que estaba por dentro. Podía ignorar la ropa ensangrentada tirada en la esquina de su habitación luego de que llegase de una misión y se la quitase. De noche, Skadi no veía el agua de mancharse de rojo, por la sangre que habían derramado los inocentes que ella había matado.
De noche... le era más fácil ignorar el monstruo en el que se estaba convirtiendo.
La felicidad no es cómoda. Es de a ratos... y muy jodida.
En un mundo paralelo, Skadi se acaba de despertar, porque Atticus la esta sacudiendo para que se despierte, están a un par de días de festejar Yule y los Salvadores comienzan a llegar a Uppsala, hay muchas cosas para hacer. En un mundo paralelo, Skadi no le tiene miedo a la soledad, porque su hijo y su esposo están con ella, riendo a carcajadas. En un mundo paralelo, Rick Grimes, festeja Yule durante doce días con toda esa gente que en algún momento juró destruir. En un mundo paralelo, todos los que Skadi perdió están vivos, y la muerte esta muy lejos. Ama a Daryl con cordura, porque aprendió a amar. En un mundo paralelo, todos siguen con ella.
Pero en este... ya se fueron hace mucho tiempo.
Skadi había leído los libros de autoayuda de Daryl muchas veces. Demasiadas a decir verdad. No los comprendía. La mente es frágil. El cuerpo es frágil. Creemos que estamos a salvo, pero nadie lo está. Hay dolores, que pueden enloquecernos. Hay veces que la vida y la muerte se tocan. Aunque sigas vivo, te sentís desaparecer.
Hay que abrirle la puerta al dolor, no cerrársela en la cara. No son fuertes los que no lloran, los que no saben llorar, tampoco saben reír. Creen que sí, pero no saben. Para reírse con el alma, hace falta tenerla un poco rota. ¿Por dónde entra el sol, si no es por los lugares que tenemos rotos? Si pudieses cambiar cualquier cosa de tu pasado ¿Que cambiarías? Skadi no cambiaría nada. Porque cambiar su pasado, implicaba no conocer a Ubbe.
No conocer a Atticus.
Y ella se rehusaba a vivir en una realidad donde ninguno de ellos estuviesen en su vida. Incluso si había sido por un segundo, por un instante, saber que habían estado y que los había amado, era el mayor consuelo que la rubia podía tener. La chica que fue creada para odiar, aprendió a amar. Pero amar es doloroso, amar es dificil, amar es... agotador. Y aún así, Skadi no lo cambiaría por nada. Porque había visto las dos caras de la moneda y sabía donde quería estar. Con quien quería estar.
Lo había perdido todo y probablemente perdería aún más.
Cuando Skadi conoció a Ubbe, nunca se imaginó que podía encontrar en el a un buen amigo. Nunca creyó que sería importante, pero siendo honestos, nadie sabe que tal persona será importante cuando entra en tu vida.
Skadi tampoco se imaginaba que Daryl sería importante para ella cuando lo conoció.
Se necesitó de mucho esfuerzo por parte de todos para llevar a Skadi hasta la academia.
Ubbe estaba encerrado con ella en el gimnasio, mientras el resto se encontraba cubriendo las puertas, en caso de que la chica lograse huir. Escuchaban ruidos de peleas, golpes y espadas chocando. Pero no tenían idea de lo que estaba ocurriendo.
—Por favor, Ubbe, vete —Le pidió Skadi, mientras tomaba su espada. La rubia secó la sangre de su rostro, Ubbe escupió un poco de su propia sangre en el suelo.
Se estaban destruyendo.
Ubbe había cruzado el océano por Skadi. Molerla a palos hasta que recobrase su humanidad no era nada comparado con cruzar el océano.
Skadi estaba dividida en dos. Por un lado, la parte de ella que sabía que Ubbe era su amigo, que lo amaba y no quería lastimarlo. Por el otro... todo lo que había sido desde que tenía cinco años. Ese títere que actuaba en base a lo que el resto ordenaba, esa chica a la que le habían lavado el cerebro para obedecer. La Skadi que sentía dolor por lo de Atticus también estaba peleando, porque... era fácil para ella dejar que la arlequín dentro suyo tomara el control y fuese a matar a todos. ¿Pero a que costo? Acabaría perdiéndose a si misma. Acabaría perdiendo esa parte de ella, que Atticus consideró que la valía la pena.
Ella no quería matar.
No quería hacerlo. ¿Por qué su cuerpo no la obedecía?
Ubbe la atacó con más fuerza.
Los gritos se escucharon por toda la academia.
Cuando Ubbe dijo "Con dolor, con mucho dolor" nadie se imaginó a lo que se refería con esas palabras.
Daryl, Michonne y Carol entraron en el gimnasio, preocupados de que Ubbe realmente estuviese hiriendo a Skadi más de lo que la chica pudiese soportar. Los gritos eran horribles, retumbaban en sus oídos y eran dolorosos. La sangre estaba por todo el suelo, Skadi estaba repleta de sangre, Ubbe estaba repleto de sangre. Ambos en el suelo.
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Cuando Ubbe dijo "Con dolor, con mucho dolor" se refería al dolor que Skadi sentiría cuando el muriese.
