Capítulo 5: Empieza el baile

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- Hermanos -dijo el padre Emmanuel mirando hacia los presentes- demos la bienvenida a la nueva cazadora, Maria Vidal.

La multitud estalló en aplausos y el padre aprovechó para entregarle la máscara correspondiente a María. La máscara era dorada con algunos detalles en color azabache.

- Enhorabuena Maria -dijo Nerea a la misma vez que le daba un abrazo.

- Gracias, Neri.

En los siguientes minutos los demás miembros de las 12 familias acudieron a felicitar a María y a sus padres, Rafael Vidal, un hombre de pelo negro y ojos negros cómo el ébano y Julieta Vidal, una hermosa dama con pelo caoba y ojos del azul del mar. Nerea pudo observar que ambos tenían sus ojos llenos de lágrimas y notó que Rafael estaba henchido de orgullo. Ver el abrazo de su amiga y sus padres le recordó a aquellos abrazos que les daba a sus padres cuando ellos aún estaban vivos, recordaba aquellas tardes de primavera sentada en el regazo de su madre mientras esta le contaba cuentos de princesas perdidas y caballeros con brillante armadura. Lo que más le gustaba eran los paseos matutinos a caballo con su padre. Los quería mucho pero ella era más unida a su padre. De repente se le escapó una lágrima y su mente viajó a cuando, el día de su octavo cumpleaños, se enteró de la triste noticia de la muerte de Estel y Adam Camps en aquella cruzada. Nada más enterarse de esa tragedia le produjo un sentimiento de vacío y de soledad en su interior y se pasó varios meses llorando desconsoladamente. El saber que ya no los volvería a ver le causó una gran tristeza en su interior. Afortunadamente, encontró consuelo en María y en la familia Vidal. Siempre les estará agradecida por acogerla en su casa y por consolarla en esos duros momentos para ella.

- Gracias Maria y señores Vidal, por todo -pensó mientras se intentaba dibujar una enorme sonrisa en su rostro de porcelana.

- Esperad en este abrazo falta alguien -dijo Rafael mirando en dirección a Nerea- Nerea, ven con nosotros, únete al abrazo.

- ¿Puedo? -preguntó Nerea con un cierto sentimiento de duda.
- Pues claro, querida, eres de nuestra familia -le dijo Julieta.

Nerea no se lo pensó dos veces y se unió a ese cálido abrazo.

Posteriormente, María y Nerea fueron a por sus máscaras. La de Nerea era de color verde cobre a juego con su vestido color verde marino y la de Maria era de color dorado. El baile de máscaras iba a tener lugar en la sala principal de la mansión de la Familia Reyes cuyos representantes eran Esteban Reyes el primogénito y clérigo y Fernando Reyes el hermano menor cuya función era la de caballero.
La familia Reyes, además de ser los expertos en las torturas, también la mitad eran clérigos a cargo de servir a Dios y a su iglesia, aunque se solía decir que los clérigos yacían con chicas y tenían hijos por ahí, y la otra mitad eran caballeros. Nerea siempre se preguntaba qué métodos usaban para torturar, pero por otro lado sentía un gran temor al ver a esos magos o hijos del demonio, como los solían llamar, sufriendo y pidiendo clemencia.

- Nerea, ¿Estás bien?, te noto algo distraída.

- Si, María estoy bien, no te preocupes, es que estaba pensando en lo que sucedió esta tarde con Iris.

- Nerea, no le des más vueltas a eso, se lo merecía por idiota y porque no estuvo bien que se metiera contigo y con tu situación familiar.

- Ya, pero a diferencia de ti yo la ignoro y procuro no darle importancia, pero, aun así, gracias Maria, por defenderme.

Maria esbozó una sonrisa.

- De nada, para eso están las amigas, ¿No crees?.

-Si, lo creo sin ninguna duda.

-Bueno, vamos a divertirnos y a comer y a beber mucho hasta la puesta de sol-dijo Maria a la vez en la que entraron en la sala principal. La sala era rectangular. Estaba decorada con filas de antorchas y en el lado izquierdo estaban los músicos tocando los laudes y un grupo de chicas con máscaras blancas y vestimenta blanca bailando al ritmo de la música. En el lado derecho estaban las mesas repletas de comida y bebida, además de manjares dulces. Los favoritos de Nerea eran los hojaldres con miel. Hace varios meses consiguió, gracias a la cocinera de la familia Vidal, la receta para hacerlos y triunfaron, le salieron de 10.

Mientras iban avanzando hacia el centro de la sala, empezaron a escuchar a los miembros de las familias charlando animadamente entre ellos. Algunos miembros estaban aprovechando para cortejarse entre ellos y otros simplemente se ponían a contarse historias graciosas. A lo lejos pudo divisar a Marta Espinosa, una chica de pelo castaño ondulado y ojos marrones. Llevaba un vestido color azul cielo y se le podía notar una tripa de embarazada de pocos meses, quizá cuatro. Ella estaba casada con Aarón Chenery,un chico de pelo y ojos negros con algo de barbita. Ella era la hija mayor de Abigail y Ricard Espinosa y, a su vez, hermana mayor de Daniel. La función que desempeñaban eran la de los encargados de las emboscadas.

-Hola-Nerea se acercó a saludarles.

-Hola, Nerea-le contestó Marta con una sonrisa.

-Buenas noches.

-Buenas noches, Aarón

Origin; Libro 1: Initium(En Proceso De Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora