Capítulo 55: Enfrentándose a Iris

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Nerea observó a María a la misma vez que esperaba su respuesta a la pregunta del señor Jael.

— Sí, señor Kavanagh —le respondió.

— Aunque ganará mi prometido y usted morderá el polvo —dijo Maria por lo bajini, aunque Nerea la pudo escuchar.

Nerea empezó a preguntarse si había pasado algo entre Jael y ella pero decidió no darle importancia y ya le preguntaría a María cuando arreglaran sus diferencias. En estos días echaba de menos compartir alegrías y penas con su mejor amiga. Aquella discusión marcó un antes y después en sus vidas, sin duda alguna.

Mientras ambos contrincantes se dirigían a sus puestos para comenzar las justas, Nerea empezó a recordar el tacto de la suave piel de Aiden cuando le dio aquel beso en la mejilla.Tenía algo que a Nerea le atraía un poco. No llegó a pensar que alguien tan amable como él participara en las justas en su honor. Es algo que le agradecería siempre.

— ¿Listos?, adelante —la voz de Rafael la sacó de sus pensamientos.

Los nervios se apoderaban de ella, ¿Quién ganaría?.

En las gradas se puede oír a la multitud dando ánimos a los participantes. La verdad, prometía ya que, por lo que pudo ver en antiguos combates, ambos jóvenes eran muy buenos.

El primer asalto lo ganó Jael y el segundo y tercer asalto lo logró ganar el capitán Veryard después de conseguir derribarlo del caballo.

— El capitán Veryard es el ganador —gritó Rafael y la multitud estalló en aplausos.

Luego, el capitán le entregó una rosa a La Reina de la Hermosura, es decir María.

— Bueno, después de este emocionante enfrentamiento, os quiero recordar que mañana será la prueba del tiro con arco. Las personas que vayáis a participar, tenéis que estar en el campo situado al lado del mercado de Andrómeda por la mañana —dijo Rafael.

Nerea aprovechó y se acercó a hablar con los hermanos Kavanagh.

— Habéis luchado bien, señor Jael, es una lástima que no hubiera ganado.

— Gracias, señorita Nerea, la próxima vez será.

Durante el resto de la tarde, Nerea se la pasó practicando para la prueba de mañana. Al rato vió aparecer a Iris.

— Vaya, si es la huerfanita.

Nerea estaba muy enfadada por aquel bofetón que le metió y la hizo llorar.

— Déjame Iris, ¿No ha sido suficiente tu bofetada, que has vuelto a seguir molestándome?.

Iris la miró con una sonrisa malvada.

— Bueno, no voy a malgastar las fuerzas con una mujer que ha obtenido el puesto por ser la recogida de una familia que además tiene su posición por la familia de la tonta de María.

La rabia estaba empezando a brotar dentro de Nerea.

— No insultes a María en mi presencia.

— Mirate —Iris siguió metiendo el dedo en la llaga—, si eres una damisela débil y sin ningún talento, además de torpe y fea. Por curiosidad, ¿Qué has hecho para conseguir participar, eh?, ¿Hablar con el señor Vidal en privado?

— ¿Qué estás diciendo? Yo jamás haría eso, no todas las damas usamos esa moneda de cambio.

— Iris, ven, conozco un sitio donde podemos practicar —dijo Carlo llamándola.

— Adiós, perdedora.

Cuando ambos se alejaron, Nerea tomó la decisión de hacer como si nada hubiera pasado y seguir entrenando.

Origin; Libro 1: Initium(En Proceso De Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora