Actualidad. Valle de Vallgorguina
La caminata le sirvió para enfriarse. De nada servía recordarle a su amigo que tenerlas allí -porque no sólo Gabriel tuvo la brillante idea de socorrer a la chica Vidal sino también a su amiga- sólo les causaría problemas y que tarde o temprano se acabarían arrepintiendo. Tenía que ocuparse él mismo de aquel asunto y para ello ya había empezado a tomar medidas.
La primera señal que le permitió percatarse de que ya no se encontraba sólo fue el silencio nada propio de los animales que se dejaban escuchar en la espesura de la noche. Si Josep no estuviera entrenado en las artes de la guerra, quizás se le hubiera pasado el sonido de unos pasos casi imperceptibles sobre la tierra o la sensación de una mirada que podría atravesarte el pecho sin necesidad de arma alguna o la sombra que espera el momento adecuado para clavarte sus fauces.
Maddox lo esperaba en el campo de entrenamiento tal y como quedaron cuando Josep le encomendó aquella misión.
— ¿Qué puedes contarme? —preguntó Josep. Esperó a que Maddox se retirara de las sombras y que revisara que nadie los espiaba.
— He seguido a la mujer que ha solicitado, boss y por el momento, Nerea Camps no ha realizado ninguna acción sospechosa.
— Sería muy arriesgado que hiciera algo cuando su amiga necesita atención médica —Maddox asintió. Desde que se unió a ellos aquel hombre les había jurado lealtad y compartía con Josep su misma inquietud sobre las recién llegadas—. ¿Dónde se ha instalado?
— Con las mujeres, al otro lado de la arboleda de sauces. Parece que el boss Gabriel quiere que se integre cuanto antes.
— Gabriel parece que no está pensando con claridad —se lamentó Josep.
— Parece ser que esa mujer proviene de una familia druids que se dedicaba a la alquimia, ¿no es así?
— Eso es lo que dice Gab y que por lo visto hay un diario mágico que puede corroborarlo —explicó—. Pero nuestro amigo olvida que esa mujer ha permanecido durante mucho tiempo en casa de nuestros enemigos y que por más sangre mágica que corra por sus venas, sus ideas pueden tender a ser confusas. Tanto es así que era la protegida de los Vidal a pesar de no ser su familia consanguínea. Todos nosotros sabemos que nada es lo que parece. ¿Cómo la han recibido las otra mujeres?
— Algunas están reticentes. No se terminan de fiar de la recién llegada, pero la anciana Puri le ha ofrecido una coca.
La voz de Maddox apenas lograban ser susurros recorriendo el viento.
— Vieja loca —gruñó él entre dientes—. Está empeñada en hacer volver al fantasma del incordio de su hermano a base de gastar nuestras provisiones de harina. Espero que no piense que por regalarlas por diestra y siniestra el difunto se sienta lo suficientemente ofendido para reclamarle —De nada servía preocuparse por ello. Hablar con esa mujer era igual que hablar con un tronco. Volvió al tema—. ¿Y qué hay de sus actividades? ¿Qué es lo que ha estado haciendo?
— La mayor parte del tiempo ha estado con el boss Gabriel, al parecer quiere enseñarle las nociones básicas para practicar la magia. —El tiempo que su amigo pasaba con aquella mujer hacía que Josep se preocupara demasiado y temía por su corazón bondadoso y abnegado. No todos eran buenos. Maddox prosiguió—. También pasa tiempo con la otra cazadora. Habla con ella como si estuviera despierta y llora mucho.
— Esos detalles no son necesarios.
— De acuerdo, boss.
— ¿Puedes contarme algo más? ¿Cómo se está adaptando a las tareas?
— Parece que se adapta, aunque como doncella tiene conocimiento en ciertas tareas que aquí quizás ya no le sirvan.
Josep que había permanecido apoyado en un árbol se enderezó.
— Sigue investigandola —mandó—. Y si ves algo sospechoso, no dudes en informarme. Gracias por todo, Maddox.
— Siempre a su disposición, boss.
El silencioso Maddox abandonó el campo de entrenamiento y el sonido regresó a aquel llano. Por el momento Josep no podía hacer nada con esa información y tal y como pensaba nadie con un amigo que necesitaba cuidados como los que requería la cazadora de los Vidal se arriesgaría a traicionarlos y perder aquella oportunidad. Tranquilo por aquella conclusión, decidió que volvería de nuevo a su casa y que el mismo se ocuparía de vigilar a la cazadora hasta que se dignara a despertarse.
Cuando entró se sorprendió al notar que no había nadie acompañando a la chica y maldijo a Gab por ser tan confiado. Aquella mujer a pesar de estar inconsciente no dejaba de ser una amenaza. En cualquier momento podría abrir los ojos y con la inadecuada vigilancia que parecía tener casi que escapar le sería tan fácil como un juego de niños. Se acercó a la cama, pendiente de si algo en su respiración cambiaba y la observó hasta que se aseguró de que todo seguía igual. Respiró hondo, el olor a rosas de esa mujer lo hacía enfurecer. No sólo se adueñaba de su casa y de todo lo que en ella había, sino que también tenía que estropear el olor a madera que tanto le agradaba y que normalmente tenía su hogar.
Decidió bañarse, y aunque un baño al aire libre lo llamaba a gritos, hizo de tripas corazón y se conformó con el barreño que él y Gab mantenían allí dentro y que nunca usaban. Esperaba que la cazadora no abriera los ojos en aquel momento. Se descubrió el torso y con un movimiento de sus labios hizo aparecer agua caliente dentro del barreño, comprobó que la temperatura fuera la adecuada y terminó por desnudarse por completo para a continuación meterse en el agua. La calidez destensó sus músculos tensionados y se relajó olvidando por un momento que no estaba sólo.
Su tranquilidad no duró mucho porque justo cuando él cerró los ojos, la mujer en su cama cambió el ritmo de su respiración y aquel don que Josep poseía captó su voz. La única voz que no acataba las reglas de Josep y que se colaba en su mente como si fuera algo insignificante. "Agua", pidió la voz y Josep que apenas había pensado en cómo reaccionaría cuando despertara, tuvo que refrenar la ira que le recorrió y que amenazaba por apoderarse de él como una tormenta.
Salió del barreño, atento a cada movimiento del pecho de la cazadora, sin importarle el agua que caía de su cuerpo y que humedecía la tierra bajo sus pies. La voz volvía a pedir agua, pero Josep la ignoró y siguió reduciendo la distancia que los separaba. Aún no recuperaba el color y seguía pálida. Se dejó caer junto a ella, sin importarle que permanecía desnudo y que lo empapaba todo.
Sus párpados volvieron a la vida y eso sólo quería decir que no tardaría en abrir los ojos. En cuanto sucedió, Josep actuó. Rodeó su esbelto cuello de cisne con sus manos y apretó suavemente sin llegar a cortarle la respiración. Esa mujer tenía que morir.
El aturdimiento impidió que la cazadora reaccionara adecuadamente, pero en cuanto se percató de lo que ocurría, todo su cuerpo comenzó una lucha campal contra él de él, Josep sólo tenía que hacer un poco de presión para cortarle el aire y que este no pudiera llegar a los pulmones. Incluso podría acabar con ella con su propia magia. Cómo odiaba a aquella mujer que lo miraba aterrada como si fuera el peor monstruo. ¿Habría mirado su hermana así al que la mató?
— ¿Cómo se siente estar a punto de morir entre mis manos? —preguntó él acercándose al oído de la chica—. Si apretara un poco más morirías aquí y ahora, cazadora. Y nadie vendría a ayudarte. Ahora mismo estás en mis manos indefensa y herida y yo tengo el poder de decidir si ahorrarte o no el sufrimiento. Dime, ¿qué eliges?
Josep retiró la ligera presión que le impedía hablar y la tos se apoderó de aquel cuerpo ahora rendido ante el y que sus manos sostenían por el cuello. La tos le hacía imposible contestar y Josep que apenas podía contener la rabia dentro de su propio cuerpo, gritó desesperado.
— Dime, ¿qué eliges María Vidal?
Sus ojos brillaron con una pizca de reconocimiento como si en aquel momento la sombra de la muerte la hubiera abandonado y pudiera saber quién era su verdugo.
— Mátame —pidió ella con la voz desgañitada.
Y la rabia de Josep se apagó tan rápido como el tiempo que tarda la brisa en apagar una vela. Nada.
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Origin; Libro 1: Initium(En Proceso De Edición)
БоевикPrecuela/Spin Off de la Tercera Generación en España. Druids (magos) y Lumine (Cazadores) en una lucha desde tiempos antiguos. Los Druids quieren vivir en paz, pues no hacen mal a nadie ni a la naturaleza, mientras que los Lumine constantemente busc...