Origin; Libro 1: Initium(En Proceso De Edición)

Capítulo 52: Una bienvenida no muy grata

— ¿¡Quienes sois vosotros!?¿¡Presentaros!? ¿O es que os envía alguna bruja? —dijo uno de los guardias

— Tu eres idiota ¿no? —dijo el otro guardia dándole un zape al primero— Acaso no ves que son duques de Irlanda, lo siento por eso mis señores

— ¡¡Lo siento mis señores!! —gritó el primer guardia arrodillándose de repente. Levantó la pata de Stoirm y le empezó a besar la pezuña haciendo que ambos druid junto a su compañero y unos nobles que se acercaban lo mirasen raro.

— Levántate idiota —le dijo el otro guardia, apartó al primero de un empujon y miró primero a Josep para luego mirar a Gabriel—. Lo siento mis señores, por esa escena que el idiota ha montado... ¿si fueseis tan amable de darme sus nombres y el por qué estáis aquí?

— Somos Jael de Kavanagh y Aiden de Kavanagh, duques de Irlanda —dijo Gabriel señalando primero a Josep y luego a él mismo— Jael viene a participar en las justas, yo voy a estar de espectador... aunque si hay alguna competencia a la que me quiera unir ¿lo podré hacer sin problemas, no?

— Claro que no, mi señor —dijeron ambos guardias— que tengáis una buena estancia —volvieron a decir ambos guardias a la vez para dejarles pasar.

Y así Gabriel y Josep fueron hasta el centro de Luna Nova, donde se iban a juntar todos los nobles que participarían en las justas o estarían de espectadores, ahora mismo Gabriel y Josep para todos los del pueblo eran unos desconocidos que venían de Irlanda, pues al parecer a la gente era fácil de engañar solo vistiéndose con ropa de Noble. Cuando todos los nobles estuvieron reunidos en la plaza apareció el líder de los cazadores, el señor Vidal quién se puso delante de todos encima de una plataforma, levantó ambos brazos e hizo que todos los ahí presentes guardarán silencio.

— Señores de tierras lejanas es un placer tenerlos aquí para celebrar estas justas, los reyes no van a poder estar presentes por una enfermedad que les acaba de azotar por lo que me han pedido a mí que esté en su nombre en estas justas —dijo el señor Vidal— como ya sabéis en todas las justas hay una mujer que es coronada como "Reina de la hermosura" y tengo el honor de presentaros a mi hija... María Vidal —dijo el señor Vidal, señalando a dónde estaba su hija.

Gabriel y Josep pusieron más atención a la susodicha, Josep porque tendría que interactuar con ella al ser nombrada como la reina de la hermosura, pero Gabriel lo hacía porque su acompañante no era otra que Nerea, la dueña del libro que encontró en la masía de los Vidal. El señor Vidal empezó nombrando las seis leyes que tenía el torneo para más seguridad de los participantes aunque estos bien sabían que aún con esas leyes alguno podría acabar herido de gravedad o incluso muerto.

A Josep eso no le importaba la única muerte que quería ver era la del capitán Veryard, y ya estaba ansioso por querer combatir contra él en las justas, el señor Vidal también anunció, que tenían un terreno preparado para las justas por lo que quería llevar a todos los duques a ese lugar para que los heraldos que fueron asignados a cada participante empezaran a preparar sus carpas, todos los duques esperaron hasta que el señor Vidal apareció montado en su corcel y les hizo un gesto para que le siguieran, Josep y Gabriel se quedaron los últimos pues aprovechando que estaban atrás del todo los demás duques no les escucharían y al venir supuestamente de Irlanda era fácil engañar a todos los que estaban ahí diciendo que se habían entretenido mirando el paisaje.

— Se que estas ansioso por enfrentarte al capitán Veryard pero tienes que tener en cuenta que hasta que no llegue su momento de participar se va a quedar en el palco de los nobles representando a los reyes —dijo Gabriel

— Lo sé Gabriel, pero es que no puedo evitar sentir una gran rabia en mi interior al saber que los asesinos de un pueblo entero están representando a los reyes y con la excusa de que están enfermos —dijo Josep enfadado