Esa mañana en la reunión convocada por su padre y el padre Emanuel, María se encontraba entusiasmada porque por fin iba a liderar su primera misión en grupo.
Al capitán Veryard le habían llegado noticias sobre cierta secta asentada cerca del valle Nigreos que practicaba la hechicería y la Santa Iglesia les había ordenado que atajaran el problema cuanto antes. Partirían en dos horas por lo que tenía el tiempo justo para prepararse y pensar en una estrategia que les permitieran pasar desapercibidos el mayor tiempo posible. María casi que lo veía proyectado en su cabeza. Esperarían a que estuvieran dormidos, quizás borrachos para que no tuvieran los suficientes reflejos como para devolverles el golpe, los esposarían con hierro para que fueran incapaces de utilizar sus poderes satánicos y luego con ayuda de su mejor herrero, los encerraría dentro de un carro en el que hubiera una jaula hecha también de hierro. No se lo esperarían.
Los distintos grupos iban a dividirse por la zona del valle, aunque otros se encargarían de trabajos mucho más complicados que por su dificultad, María no podría participar hasta que su experiencia en misiones de campo fuera más longeva. Ahí entraban el Capitán Veryard y su escuadrón de cazadores que lo acompañaban como sombras y permanecían en todo momento junto a él. Ahora que ella era la prometida del capitán se sorprendía a menudo pensando en que algún día lo acompañaría en sus funciones e irían mano a mano como iguales. Se ruborizó profusamente al recordar cómo él había besado su mano y las sensaciones que había experimentado en su cuerpo. Su aliento tan cálido como un rayo de sol y sus labios, que se habían convertido en su mayor obsesión desde entonces, habían marcado su piel como un sello. Un sello que prometía promesas que María sólo podía imaginar y que deseaba con fervor que se cumplieran a como diera lugar.
Esperó a que la reunión terminara para hablar con los que ella quería que la acompañaran en su primer trabajo. Tenía claro a la mayoría, así que en cuanto vio que Julián se despedía de la insoportable de su hermana Iris y del Fantoche de su hermano Carlo, acudió presta a hablar con él.
— Julián, amigo mío. A ti te estaba buscando.
Julián arqueó las cejas como si no creyera ni por asomo que eso fuera cierto.
— ¿Tú? ¿buscándome a mí? —inquirió jocoso—. ¿Sabes cuánto tiempo he esperado escuchar esa frase?
María fue a responder, pero Julián se le adelantó.
— Toda mi vida, Vidal —reconoció—. Los Salazar no somos conocidos por ser pacientes.
— Tú no te pareces en nada a ellos —repuso María.
— Cuidado o podrías herir mis sentimientos, futura líder de los Lumine.
— Desconocía que tuvieras de eso.
— No sigas o vas a destruirme el corazón
María prorrumpió en carcajadas y todas las miradas se fijaron en ella, la que más la de su padre que era tan reprobatoria que acabó con ellas en un santiamén.
-Será mejor que vayamos al grano, o puede que mi padre se arrepienta de dejarme liderar el grupo-suspiró María mientras apartaba la mirada de su padre. Julián asintió, miró hacia donde estaba su familia y casi se atraganta al observar como el Capitán Veryard los miraba.
-Yo también lo creo, parece que me estoy ganando más enemigos aparte de mis hermanos-dijo Julián.
-¿A qué te refieres?
-Tu prometido no nos quita la mirada de encima.
María apenas consiguió disimular la emoción que le hacía sentir aquello. Julián se pasó una mano por el pelo.
-Y pensar que yo soñaba con ser el objeto de todos tus deseos. No puedo evitar sentirme celoso por el capitán Veryard-dijo en tono lastimero pero con picardía en sus ojos. Para luego bromear-. ¿Quizás podría batirme en duelo? ¿Te gustaría, María?
-Ni lo sueñes, Julián. No me gustaría que perdieras. Quiero tenerte como amigo muchísimo tiempo-respondió ella divertida.
-Y así es como María Vidal destruye el honor de un caballero. Me estoy sintiendo insultado, señora mía-respondió Julián haciéndose el ofendido.
-Jamás me atrevería a hacerlo. Las bromas dejan de ser bromas si te sientes herido, Julián. Y sabe Dios que esa no es mi intención. Discúlpame si te he ofendido.
-En absoluto, María. Sé a ciencia cierta que soy lo mejor de lo mejor de este grupo de cazadores a excepción del capitán. Y ahora mismo estoy junto a tu compañía. Nunca podría sentirme de menos. No contigo.-Julián carraspeó y cambió de tema-. A propósito ¿para qué me buscabas?
-Me gustaría tenerte en mi grupo. Necesito de tus excelentes habilidades. No por nada te llaman "furto homo".
Aquel nombre lo señalaba como lo que era. Un asesino tan sigiloso que ninguna de sus víctimas notaba el momento en el que sus vidas acababan. Julián era uno de los asesinos más dotado de los Lumine y María lo sabía, por eso no aceptaría un no por respuesta.
-¿A quién más vas a reclutar?-se interesó Julián.
-Necesitamos un médico, ahora con Nerea incapacitada no puedo contar con ella-Julián le ofreció una mirada de disculpa por lo acontecido con Nerea. María le sonrió para que supiera que no lo culpaba, la única culpable había sido Iris con la ayuda de Carlo-. He pensado en que nos acompañe Elena.
-¿Monroe?
María asintió
-De acuerdo-aceptó Julián-. Estaría bien contar con los mellizos. Si les tendemos una emboscada a larga distancia, serían los mejores candidatos. Aunque tampoco sé lo que tienes pensado.
-Los mellizos podrían acompañarnos por si las cosas se tuercen-concordó María-. ¿Qué te parece si contamos con alguien de los Chenery y de los Elford? Podemos enviarlos a ambos para que exploren primero la zona.
-Me parece buena idea. Hablaré con Arthur y con Andrés. Nos serán de mucha ayuda.
-Gracias, Julián. Me iré a casa de inmediato y reuniré a los hombres de mi padre. Nos daremos el encuentro a la salida de Luna Nova en dos horas.
-Como usted ordene, mi señora.
-Calla Truhan, no queremos que nadie te escuche.
-Demasiado tarde.
Julián se alejó en actitud divertida. Y María no pudo más que reconocer que sería inútil negar lo que todos susurraban tras la marcha de su amigo. El compromiso con el capitán sólo le aseguraba más su título de nacimiento.
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Origin; Libro 1: Initium(En Proceso De Edición)
ActionPrecuela/Spin Off de la Tercera Generación en España. Druids (magos) y Lumine (Cazadores) en una lucha desde tiempos antiguos. Los Druids quieren vivir en paz, pues no hacen mal a nadie ni a la naturaleza, mientras que los Lumine constantemente busc...