Origin; Libro 1: Initium(En Proceso De Edición)

Capítulo 53: Primer día de Las Justas

A la mañana siguiente

Gabriel se despertó como siempre, se levantó, se vistió y estiró su cama, cuando terminó se fue directamente a la cama de Josep y lo despertó. Mientras Josep se vestía, Gabriel aprovechó para comentarle algo a Josep que había escuchado.

— Jo, al parecer el capitán Veryard y tú sois los únicos que tenéis el mismo nivel por lo que van hacer que os enfrentais a los ganadores de las otras justas cuando los demás participantes hayan sido derrotados —dijo Gabriel susurrando

— Eso me da igual, mientras me pueda enfrentar al capitán Veryard —dijo Josep susurrando.

Justo cuando Josep había terminado de estirar la cama, escucharon un golpeteo en la puerta de la que ahora mismo era su habitación, así que Gabriel se acercó a ella y abrió la puerta con lentitud, al otro lado se encontraba el pueblerino con una sonrisa radiante.

— Buenos días, señores —dijo el pueblerino, aunque por su tono de voz se notaba que estaba asombrado—. Creí que iba a tener que levantaros jeje, bueno el desayuno está listo.

Los tres bajaron al comedor y cada uno se sentó en el mismo lugar que ayer. Desayunaron con tranquilidad y al terminar Gabriel y Josep se despidieron del pueblerino, salieron de la casa y fueron a por Spiorad Saor y Stoirm quienes los esperaban en la parte trasera de la casa, cuando ya les colocaron todo se montaron y empezaron a marchar hacia el terreno donde se iba a celebrar las justas y el tiro con arco.

Cuando llegaron al lugar se pudieron dar cuenta de que no eran los únicos ahí, había ya algunos nobles, pero lo que más había eran heraldos. Cada uno estaba con un noble, mientras Gabriel y Josep se dirigían a la tienda de este último pudieron ver salir a un heraldo que al verlos fue corriendo con ellos.

— Buenos días, Jael y Aiden de Kavanagh, duques de Irlanda —dijo el heraldo haciendo una reverencia—. Voy a estar con vosotros hasta que se termine el festival

— Y nosotros te lo agradecemos —dijo Gabriel dando una pequeña inclinación junto a Josep.

Gabriel y Josep se bajaron de sus unibrax dejando que el heraldo los metiera dentro de la carpa y mientras esperaban a los nobles que no estaban se dirigieron a dar una vuelta por todo el territorio. Cuando el sol estuvo en su punto más alto, se pudo escuchar el ruido de la trompeta que avisaba del inicio de la justa a lo que Gabriel y Josep tenían que ir, sobre todo Josep que era el que iba a participar y si no llegaba a estar, sería mal visto por todos los espectadores, además de los nobles que participaban.

Mientras Josep se iba al lugar que su heraldo cuidaba para él, Gabriel se fue a la grada donde le esperaban todos los nobles que estaban de espectadores, encontró un sitio que estaba lo suficientemente cerca de los participantes, pero lejos de los Vidal para poder vigilarlos sin que estos se dieran cuenta.

Las justas empezaron y aprovechando que Josep no participaba todavía le llamó la atención. Josep lo miró de reojo, hizo una seña para que mirase más a la derecha hacia donde él estaba sentado y se encontró a los Vidal reprimiendo a su hija, pues al parecer un noble de los que participaban en ese momento había ido a ponerse enfrente de Maria Vidal para conseguir su beneplácito¹, pero ella había girado su cara con cara de asco, aunque lo había conseguido disimular muy bien para los demás.

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1. Aprobación o permiso de alguien para hacer una cosa
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Las justas fueron pasando tan aburridamente que Gabriel estaba seguro de que se iba a dormir. Justo cuando estaban por la quinta justa, avisaron de que se iba a hacer una cosa diferente para que los nobles que participaban ese día tuvieran un pequeño descanso. Vio cómo el señor Vidal se levantaba.