Capítulo 56: Justa vencedora

18 2 0
                                    

Dia de la prueba del tiro con arco

El campo consistía en varias lianas sujetadas con varios palos de madera, los participantes, Nerea incluida, se situaban a un metro y medio. Las gradas se situaban un poco alejadas de la zona, para evitar accidentes. Entre los espectadores se encontraban los duques Aiden y Joel de Kavanagh

— Que se acerquen los primeros participantes, Andrés Chenery, Nerea Camps y Brigitte Curtier.

Los tres muchachos se acercaron a sus respectivos puestos. Nerea quedó en el centro, Brigitte a la derecha y Andrés a la izquierda.

— Recordar que es al mejor de 5 —explicó Rafael—. Antes de que comenceis, voy a explicar las reglas —Rafael tomó un pergamino— una, si la flecha está rota, no la tireis, dos: sólo apuntar a la diana, si alguno apunta a otro sitio que no sea la diana será expulsado de la prueba —terminó de recitar— dicho esto, que dé comienzo la prueba.

Durante los cinco turnos, Bridgitte consiguió acertar dos veces mientras que Nerea consiguió acertar cuatro.

— Bien, señores, Nerea ha conseguido diana en cuatro ocasiones, por lo tanto es nuestra ganadora y pasa a la fase final.

La multitud estalló en aplausos y una enorme sonrisa se dibujó en el rostro de Nery.

En la siguiente ronda, les tocaba a Iris, Carlo Salazar e Isabel Fratini. Ganó Iris con una victoria aplastante de 5 aciertos.

— Ahora, pasemos a la ronda final, donde se conocerá a la ganadora, suerte señoritas.

Cuando le tocó a Nerea, su mente viajó a aquel consejo que le dijo su padre cuando le enseñó el tiro con arco días antes de su trágica muerte.

— Mantén la mente en blanco, fija tus ojos al objetivo y piensa en la diana, en la flecha y en nada más —se repetía a sí misma.

Un rato después del recuento Rafael se volvió a dirigir al público.

— Iris, cuatro aciertos, Nerea, cinco aciertos —Rafael alzó el brazo de la joven Camps— Nerea Camps ganadora, felicidades.

Rafael le entregó un pequeño trofeo a Nerea. Consistía en una estatua de oro de una flecha y un arco.

Algunos miembros de las demás familias alzaron a Nerea mientras ella no podía parar de reir.

— Gracias padre por tus consejos, ojalá estuvierais aquí celebrándolo conmigo —se dijo a sí misma a la vez que alzaba su mirada al cielo.

Mientras Nerea celebraba su victoria, una sensación de ira se apoderó de Iris y se dirigió a ella a grandes zancadas.

— Oid damas y caballeros, ella no es más que una tramposa. Se ha valido de sus artimañas para ganar —dirigió su mirada hacía Nerea—. Venga, diles que has yacido con los organizadores para obtener la victoria, ramera.

— ¡No!, es mentira, lo prometo, he conseguido ganar gracias a mi capacidad y habilidad, está mintiendo.

— Venga, dinos ¿Se lo haces a todos a la vez?, lo único que te faltaría sería acostarte con los duques de Irlanda.

Nerea dio una bofetada a Iris.

— Cierra la boca de una maldita vez, nadie insulta el apellido Camps ni habla así de mí.

De repente, Iris cogió a Nerea por el cabello y empezó a jalar de él.

— ¿Es que siempre tu y la bastarda de María, lo teneis que estropear todo?, ¿Por qué el capitán no me escoge a mí como su prometida en lugar de a esa cobarde?.

En un segundo Iris empujó a Nerea con tal mala suerte de que delante había una gran piedra que hizo que su pie izquierdo se doblara y cayera al suelo. Sintió un dolor muy agudo, como el que se siente cuando te clavan una aguja, y empezó a llorar y a gritar del dolor.

— No me extraña, hermanita, seguro lo ha heredado de los desgraciados de sus padres, se dice que de tal palo tal astilla —murmuró Carlo.

Carlo empezó a darle con su zapato en el tobillo y eso cada vez le dolía más y más a Nerea, lo podía sentir como una tortura.

Origin; Libro 1: Initium(En Proceso De Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora