Origin; Libro 1: Initium(En Proceso De Edición)

Capítulo 54: Segundo día de Las Justas

La mañana siguiente les recibió con un poco de lluvia.

Gabriel se levantó con toda la tranquilidad del mundo e hizo lo mismo que el día de ayer, pues hoy era Martes, segundo día de las justas. El amable señor que les estaba dando hospedaje se apareció por la habitación avisándoles de que el desayuno estaba ya servido en la mesa. En silencio se tomaron todo el desayuno pues ayer ya tuvieron la suficiente charla sobre las justas que iban a tocar hoy.

Terminado el desayuno Josep y Gabriel se dirigieron hacia sus unibrax y volvieron a ir al sitio de las justas. Los que iban a combatir ese día eran los ganadores del día anterior y como la mayoría sabían que seguramente estarían como ayer decidieron marcharse, pero Gabriel sabía que si se iba a mirar otra cosa, su amigo Josep le estaría recriminando por eso toda su vida, así que él se tenía que quedar por obligación ahí, al igual que los integrantes de la familia Vidal. Cuando quedó solo un concursante se le dio la oportunidad de elegir enfrentarse al duque Kavanagh o al duque Veryard, el idiota confiando decidió enfrentarse al duque Kavanagh pues al parecer creía que con un solo movimiento iba a acabar con él, pero al final resultó ser todo lo contrario nada más empezar las justas, Josep con un solo movimiento se dio la primera victoria al derribarlo del caballo y así hizo en las dos siguientes, haciendo que tuviera las tres victorias que se necesitaban para ganar.

Dos heraldos que se acercaron a ayudarle para levantarse fueron apartados de un buen empujón, al parecer no le gustó que le intentase ayudar.

— ¡¿CÓMO ES POSIBLE?! —dijo el noble enfadado mientras se levantaba— ¡¡HE ESTADO ENTRENANDO DÍA Y NOCHE PARA PODER ENFRENTARME AL GRAN DUQUE VERYARD Y TU UN PRINCIPIANTE!! ¿¡¡VAS Y ME GANAS!!?

— ¿Por qué crees que este principiante te ha vencido? —dijo Josep bajando tranquilamente de Stoirm para ir acercándose al noble— Porque a diferencia de ti, yo he practicado día y noche hasta estar completamente seguro de que si llego a tener un enfrentamiento contra alguien con el mismo rango que yo estar seguro de poder ganarle —terminó de decir Josep, haciendo que aún más mujeres suspiren por él y que la familia Vidal junto al duque Veryard se levantasen para aplaudirle.

— Y es así no sólo como un noble debe comportarse, sino que también un caballero, y el duque Kavanagh nos ha demostrado que tiene ambas cualidades —dijo el señor Vidal—. Y estoy orgulloso de decir que si mi hija no hubiese llegado a estar pedida de mano con el duque Veryard se la habría dado encantado —dijo Vidal riéndose mientras su esposa e hija lo miraban alucinando.

Aunque al parecer no eran los únicos, pues por cómo actuaba el capitán Veryard daba a entender de que lucharía con uñas y dientes por quedarse al lado de María Vidal, aunque Gabriel creía que actuaba así porque el señor Vidal le había dicho que tenía que actuar de esa forma, pero Gabriel recordó la forma de actuar que tuvo el capitán Veryard cuando entraron a la masía de los Vidal y su compañero Josep tenía a María capturada, le pareció sospechosa su actuación, pero si en verdad era su padre Gabriel tenía claro que no desvelaría su punto más débil.

Al final el día no acabó con ninguna discusión más, aunque el noble que le había gritado a Josep ahora parecía resentido con él, lo único diferente es que las mujeres no le dejaban espacio para marcharse, todas gritaban cosas como que desposase a sus hijas. Se hizo tanto barullo que casi todos los heraldos tuvieron que abrirse paso para llegar a donde ellos a la fuerza, obligando a que Gabriel y Josep fueran escoltados hasta Luna Nova y acompañados hasta la casa donde se estaban quedando.

— Duques Kavanagh, —les dijo un heraldo antes de que entrasen a la casa—. Mañana es el día de descanso para las justas, así que el recinto de las justas estará vallado para que los caballos de los nobles estén dentro