•Mi Corazón Es Tuyo•

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—Tú y yo nada, Cora. Nada. Ya no hables — Exigió, poniéndose de pie ante ella, ya sin paciencia.

Cora sonrió, presumida, acercándose aun mas y tomando a Jughead del mentón. —Si sabes que en cualquier momento puedo revelar tu relación con Betty... ¿Verdad? —

Jughead aparto la mano de Cora de su mentón y la miro mal. —¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué estás haciendo todo esto? —

Tu solo me usaste, jugaste conmigo y no creas que vas a quedarte impune, maldito. Tu linda noviecita lo sabrá tarde o temprano— Amenazo, retirándose de su oficina con una sonrisa muy oscura.

Jughead bufo, molesto, y cuando Cora desapareció de su oficina, el pateo el escritorio y soltó un grito de ira y desesperación; Estaba preocupado por el amor de su vida y al mismo tiempo amenazado por errores que cometió en el pasado. Aunque no quisiera, sabía que tarde o temprano los secretos salían a la luz.

 —Aquí estas, torombolo— Le hablo Cheryl, entrando a su oficina, con una sonrisa que se le borro al notarlo enojado. —Oye... ¿Qué tienes? —

Jughead suspiro, pasándose ambas manos sobre la cara y el cabello. —Solo canalizaba un poco mi ira, nada importante. ¿Qué sucede? —

Cheryl sonrió, tomando aire. —Estuve en el hospital visitando a tu chica y adivina. Te aseguro que ella ya se siente mejor. Escuche al doctor y lo mas seguro es que pueda estar en su casa al caer la noche. Bueno, obviamente debe cuidarse mucho para que no se vuelva a poner así, pero te juro que ella esta bien ahora. Estuve conversando con ella, con su mamá y hasta con su hermano. No tienes que preocuparte—

 Jughead suspiro, aliviado, y estaba ya tan feliz que abrazo a Cheryl y beso su cabeza. —No sabes lo feliz que me hace saber eso— Se separo, con una inmensa sonrisa. —Fue la mejor noticia que he recibido —

Cheryl le sonrió. —Lo sé, pero lo que no puedo creer es que ella es asmática y que no nos dijera—

—Lo sé, tengo que averiguar por que no me quiso decir, pero por ahora me conformo con saber que esta bien, aunque no la pueda visitar. Te aseguro que Charles no va a querer separase de ella—

Cheryl suspiro, posando una mano en el hombro del ojiazul. —Jug... ¿Por cuánto tiempo crees que tú y Betty podrán mantener este secreto? —

Jughead negó, mirando hacia abajo. —No lo se. De verdad odio esconderme, pero por ahora no tengo opción. Te juro que hoy le iba a dar la cara, pero... Betty no estaba de acuerdo, se estaba poniendo nerviosa y su ataque de asma estaba empeorando. Te juro que quiero hablar con Charles—

Cheryl lo abrazo. —Lo sé, pero por ahora lo que importa es que ella este bien otra vez— Se separo y le sonrió. —Y deja que descanse en su casa por un mes—

—Dos meses— Ofreció Jughead, pero estaba hablando enserio. —Si llega a pasarle algo, no me lo perdonaría—

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Mientras tanto, en casa, Betty estaba por fin libre del hospital, en el sofá de la sala de estar con su familia.

—Odio las agujas, odio esos tubos de oxigeno y odio el olor a alcohol. No quiero volver a ese lugar nunca más— Advirtió Betty, divertida, abrazando a Charles.

 —Lo siento mucho, hermanita. Pero debes volver la semana que viene para ver si tu nuevo tratamiento está funcionando— Le recordó Charles, besando su frente y poniéndose de pie. —Voy a prepararte algo, pequeño insecto. Nos pegaste un susto hoy. No lo vuelvas a hacer— Advirtió el rubio, dirigiéndose a la cocina.